Un video filtrado este miércoles, donde aparece el presidente del Tribunal Supremo Popular de Cuba, Rubén Remigio Ferro, demuestra la parcialidad de la justicia en la isla para favorecer al gobierno y no en la defensa del pueblo.

El material, que data de noviembre de 2018, fue compartido por el medio independiente Diario de Cuba, el cual asegura que es de carácter inédito y evidencia cómo la justica se somete al Partido Comunista y el Ministerio del Interior (MININT).

“Siempre digo que nosotros (…) no somos los jueces del enemigo, ni los que están para poner mala la cosa. Nosotros somos los jueces de la revolución, y los del Partido (PCC)”, expresó.

Si bien era algo que muchos podían deducir en cuanto a las relaciones de naturaleza dictatorial entre los tribunales y el gobierno, no existía ningún elemento contundente de prueba. En la reunión, participaron fiscales, instructores penales y miembros de Criminalística del MININT.

Remigio en el intercambio destaca el papel de los tribunales en Cuba para amparar a la revolución castrista. “A la revolución, al Partido Comunista (PCC), y al pueblo cubano, no le interesa que, en nombre de la seguridad, la prevención del delito (…) se sancione a inocentes o se cometan injusticias”, dijo.

El funcionario, que se expresa con constantes balbuceos, cuestionó que las leyes estuvieran para proteger a los acusados “frente al poder punitivo del Estado”. “No soy muy ortodoxo para creer que eso es así (…), el derecho penal también está para proteger a la sociedad (…), no es un derecho enfocado solo al acusado, tiene una parte de eso, pero también observa que no haya impunidad en relación con el delito”, comentó.

Según Remigio, la proporción de absueltos en los tribunales en Cuba ese año oscilaba entre el seis y el ocho por ciento.

La organización no gubernamental Cubalex detalló que el video fue grabado con la intención de que circulara entre presidentes y vicepresidentes de los tribunales provinciales cubanos.

A mediados de mayo, el régimen castrista aprobó el nuevo Código Penal de Cuba que limita más la libertad de expresión y asociación, al tiempo que aumenta el uso de la pena de muerte y la cadena perpetua contra acusados.

Remigio Ferro opinó entonces que el documento “incorpora sanciones accesorias para enfrentar la discriminación en todas sus manifestaciones, la violencia de género y familiar, hechos contra personas menores de edad o en situaciones de discapacidad”.

También aseveró que dijo que el nuevo Código Penal de Cuba “se distingue por mantener, con carácter excepcional, la posibilidad de imponer la sanción de muerte en 23 tipos penales de extrema gravedad, la cual desde 2003 no se aplica en Cuba y se conmutó a todas las personas que estaban pendientes. La pena de muerte se suprime en cuatro delitos y el nuevo Código Penal introduce como nuevas sanciones las de reclusión domiciliaria y servicio en beneficio de la comunidad”.

Luego de las protestas masivas antigubernamentales del 11J, el presidente del TSP reconoció “posibles errores” en los procesos contra detenidos. “La justicia tiene previsto enmendar posibles errores. Las condiciones para actuar con transparencia en Cuba, están dadas”, dijo entonces. 

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