La Central Termoeléctrica (CTE) Antonio Guiteras, la mayor y más eficiente planta de generación eléctrica en Cuba, se desconectó del Sistema Electroenergético Nacional (SEN) en la madrugada de este miércoles debido a un fallo en el sistema de turbina. Este nuevo apagón es un reflejo de la crítica situación que enfrenta el país en cuanto al suministro eléctrico, poniendo de manifiesto la incapacidad del gobierno cubano para encontrar soluciones efectivas y duraderas a la crisis energética.

El subdirector técnico de la planta, Román Pérez Castañeda, explicó que el fallo se debió a problemas en el sistema de regulación del aceite en la turbina, lo que llevó a la interrupción de la generación de electricidad a las 2:50 am, cuando la planta estaba aportando 245 megawatts al SEN. Según sus declaraciones, se estima que la planta estará fuera de servicio por al menos 24 horas mientras se realizan las labores necesarias para reparar la avería.

El ingeniero Pérez Castañeda detalló que, además de abordar el problema en el sistema de turbina, se aprovechará la parada para realizar trabajos de mantenimiento, incluyendo la limpieza de los calentadores de aire regenerativos (CAR) y un conjunto de válvulas, elementos clave para la potencia y confiabilidad de la central.

La desconexión de la CTE Antonio Guiteras se produce en un momento crítico, en el que Cuba enfrenta una profunda crisis energética, exacerbada por la falta de inversión en infraestructuras clave y una serie de decisiones gubernamentales ineficaces. El apagón de hoy se suma a la larga lista de interrupciones que han afectado al país, causando estragos en la vida diaria de los cubanos, desde cortes de electricidad prolongados hasta la paralización de servicios básicos.

Rubén Campos Olmo, director general de la CTE Antonio Guiteras, indicó a Radio Rebelde que la salida del SEN se produjo exactamente 60 días después de la última sincronización de la planta, el 29 de junio pasado. Sin embargo, este breve período de operación solo subraya la fragilidad del sistema eléctrico cubano, que parece estar siempre al borde del colapso.

La desconexión de la planta no solo agrava la ya delicada situación energética en Cuba, sino que también pone en evidencia la falta de soluciones de largo plazo por parte del gobierno. Mientras la infraestructura eléctrica del país sigue deteriorándose, el pueblo cubano sigue pagando las consecuencias de la falta de planificación y de la incapacidad gubernamental para implementar medidas efectivas que puedan garantizar un suministro eléctrico estable y confiable.

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