De aquellos tiempos en que nos cansábamos de repetirnos que Cuba era un paraíso libre de drogas... ¡no queda nada! Es lo opuesto: la droga ha experimentado un significativo aumento. En el Consejo Zamora-Coco Solo de Marianao, gracias "a la información aportada por la población", hay dos extranjeros sancionados con 15 años de privación de libertad por intentar introducir cocaína en la Isla dentro de sus cuerpos.

El Minint asegura que pudo desarticular la red dedicada a la venta de esta sustancia estupefaciente, sintética, en forma de papel concocida por "el químico". Un total de 22 personas han sido detenidas en La Habana, acusadas de vender esa droga sintética. Según la prensa oficialista, las aprehensiones de este tipo de estupefaciente, muy popular en la Isla, se han realizado "hace unas semanas" en el Consejo Zamora- Coco Solo, del municipio de Marianao, en la capital cubana.

Esta operación policial, que se saldó con una veintena de arrestos posibilitó, además, "obstaculizar dos operaciones internacionales de narcotráfico con origen en Estados Unidos", asegura el mayor del Ministerio del Interior Yander Hasty Castillo, que atribuye este golpe al narcotráfico a "informaciones aportadas por la población", que ellos contrastaron con otras informaciones que tenían.

La fiscal provincial de La Habana, Carla María González Font, ha señalado en declaraciones a Canal Caribe, que en los últimos tiempos ha habido en Cuba un incremento de los procesos relacionados con drogas ilícitas "o sustancias con efectos similares" y, en su opinión, esto se debe al "enfrentamiento que mantiene el país" respecto a estas conductas que influyen no solo para la salud de quien consume sino por las repercusiones sociales que provoca.

En un juicio celebrado en La Habana se pidieron condenas de 15 años de cárcel a dos ciudadanos extranjeros por delitos relacionados con las drogas. Ambos traían cocaína en el interior de sus cuerpos y fueron detectados en el aeropuerto internacional "José Martí". En otra vista oral fue juzgado un hombre al que en un registro en la terminal de ómnibus se le ocupó en su cuerpo un envoltorio con marihuana.

"El 96% de las personas que han sido juzgadas en los tribunales de La Habana, ya sea por tráfico o por tenencia de drogas, han sido sancionadas y de todos los sancionados, al 95.8% se les han impuesto penas privativas de libertad de entre los diez y a los veinte años", recalca Yohanier Sierra Infante, presidente del Tribunal Provincial Popular de La Habana.

Código Penal en la mano, el régimen "puede establecer sanciones de privación de libertad hasta de 30 años, perpetua o incluso, la muerte", en casos de narcotráfico "Como sanción accesoria para estas conductas, cuando proceda, también se confiscan los bienes relacionados con la actividad delictiva o fruto de estas. Pueden ser casas, locales, parcelas de tierra, automóviles u otro vehículo susceptible de ser confiscado", insiste la fiscal provincial Carla María González Font, aclarando que el legislador considera "más graves ciertas conductas delictivas, que son las relacionadas con el tráfico internacional de drogas, con la delincuencia organizada trasnacional y cuando participan menores de 18 años".

Sierra Infante, presidente del Tribunal Provincial de La Habana, recalcó que con drogas en el interior del país es imposible preservar "el orden de la nación", y esto, a su juicio, lo tienen claro "todos los cubanos", es "una batalla que se puede ganar", pero que "demanda de todos".

Curiosamente, admite que este problema "no se resuelve con más cárcel, ni con más presos". Sin embargo, deja clara su postura: "Si nos toca, lo vamos a seguir haciendo con rigurosidad". 

Acto seguido, bajó el tono para explicar que el narcotráfico y el consumo de drogas se controlan con "más acompañamiento, con más trabajo en las familias, con más trabajo en la comunidad y con más trabajo en los centros educativos". Sólo así, en su opinión, las nuevas generaciones pueden crecer rechazando las drogas, una convicción con que han crecido generaciones anteriores de cubanos.

A primeros de este mes un ciudadano protestó en las redes sociales por la magnitud del tráfico y consumo de "el químico" en su barrio "Jesús María" en La Habana Vieja, donde este estupefaciente es "más barato que un refresco".

Alberto Turís Betancourt Pérez aseguró en un vídeo viral en Facebook que no le importaba que le dijeran chivato, pero dijo estar harto de ver a los jóvenes enganchados a "el químico" echando a perder su cuadra y por eso alzó la voz, arriesgándose a tener en contra no sólo al régimen sino también a los traficantes y consumidores.

En marzo pasado, trascendió un operativo de la policía cubana, que terminó con la detención de un joven que supuestamente cargaba media libra de "químico", una sustancia que algunos dicen que tiene como base el cannabis y que se fuma en cigarros como si fuera simple marihuana. Otros han explicado está preparada con pastillas para la epilepsia, formol y anestesia para animales.

Seria redundar pero es necesario afirmar que este ascenso experiementado por la droga, sea cual sea, es producto del grado de enajenación de la sociedad cubana, en especial esa juventud que lucha por partir hacia diferentes destinos y de no lograrlo, se aferra con soñar aunque ese sueño les cueste la cárcel o algo peor, la muerte

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