En San Antonio del Sur, Guantánamo, una familia vive una situación límite que refleja las profundas dificultades que enfrentan muchas personas en Cuba. El padre de familia sufre dolores intensos en el cuello que le impiden descansar y realizar actividades básicas, mientras que su esposa se encuentra prácticamente ciega, sin posibilidades de recuperar la vista y sin recursos para acceder a atención médica especializada. La salud de ambos está deteriorada, y la falta de tratamientos adecuados agrava su vulnerabilidad.

El hijo, a pesar de sus propios problemas de salud, se ha convertido en el cuidador principal de sus padres, sacrificando su bienestar y su tiempo para garantizar que no estén completamente desamparados. Esta familia recibe una asistencia social mínima, representada por una chequera que apenas alcanza para comprar alimentos esenciales. Sin embargo, en un acto de insensibilidad y abuso, las autoridades locales intentan retirarle esta ayuda porque el joven consiguió un empleo como guardia para contribuir al sustento familiar. La situación revela un sistema que castiga a quienes buscan salir adelante por medios propios, negándoles incluso la mínima protección social.

La precariedad de esta familia es extrema: pasan hambre, omiten almuerzos y cenas, y su ingreso no les permite cubrir ni las necesidades más básicas. La indignación aumenta al constatar que la intención de los funcionarios no es ayudar, sino castigar la iniciativa del hijo, ignorando por completo las condiciones críticas de salud y la carencia de recursos que enfrenta el hogar.

Este caso se ha hecho público a través de las redes sociales con el fin de visibilizar la injusticia y generar solidaridad. La denuncia invita a reflexionar sobre la situación de muchas familias cubanas que, a pesar de su esfuerzo, viven al borde de la sobrevivencia y dependen de una asistencia social mínima para subsistir. También plantea un cuestionamiento fundamental: ¿por qué un sistema que debería proteger a los más vulnerables actúa en su contra?

Difundir este tipo de casos es esencial para generar conciencia y buscar soluciones inmediatas, ya sea a través de ayuda humanitaria, apoyo comunitario o la intervención de las autoridades para garantizar que esta familia reciba la asistencia que necesita y merece. La historia de esta familia no solo es un llamado de auxilio, sino también un espejo de las injusticias que persisten en muchos rincones de Cuba.

Fuente: Irma Broek

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