El periodista y poeta cubano Roberto Cazorla ha fallecido este martes en Madrid a los 93 años, poniendo fin a una vida marcada por el exilio, la creación literaria y el periodismo cultural. Cazorla fue una figura clave que actuó como un puente entre España y el mundo artístico latinoamericano, dejando una huella profunda en ambas culturas.

Nacido cerca de Ceiba Mocha, en la provincia de Matanzas, Cuba, Cazorla emigró a Madrid en 1965 para escapar del régimen de Fidel Castro. Ese mismo año comenzó a trabajar en la Agencia EFE, en el Departamento de Reportajes, donde desarrolló una carrera periodística de varias décadas, cubriendo la música, la literatura y las artes escénicas. Entre las grandes personalidades que entrevistó se encuentran Lola Flores, Celia Cruz, Julio Iglesias, Raphael, Libertad Lamarque y Antonio Gades.

La vocación literaria de Cazorla comenzó a una edad temprana, cuando escribió su primer soneto a los 11 años. En Cuba, entabló una amistad y relación de mentoría con la reconocida poeta Carilda Oliver Labra, un vínculo que perduró incluso después de su salida de la isla.

A lo largo de su carrera, Cazorla publicó más de veinte libros de poesía y narrativa, en los que abordó temas como la memoria, la pobreza infantil y la nostalgia del exilio. Sus obras más destacadas incluyen Que un gallo me cante para morir en colores, Ciudadano de un archipiélago de ternura (2014), La isla que me llamaré siempre (2016) y Ceiba Mocha, un libro de relatos en el que evoca recuerdos de su niñez en Cuba con un tono de humor y crítica social.

La poesía de Cazorla está impregnada de imágenes vinculadas a la cultura popular cubana, con frecuentes referencias a la santería, la mitología afrocubana, la naturaleza y los símbolos de la isla. Para muchos críticos, su obra se inserta en la tradición de los escritores que convirtieron el desarraigo y la memoria en fuentes creativas.

Al conocerse la noticia de su fallecimiento, las redes sociales se inundaron de mensajes de condolencia, especialmente de figuras del exilio cubano. Además de su labor en la Agencia EFE, Cazorla fue corresponsal del diario Libre de Miami y recibió varios reconocimientos del exilio cubano, entre ellos la distinción de "Hijo Predilecto de la ciudad de Miami" y premios del PEN Club de Escritores Cubanos en el Exilio.

Con su muerte, desaparece una de las voces más importantes del periodismo cultural y la literatura del exilio cubano, dejando un legado que perdurará a través de sus escritos y su contribución a la cultura latinoamericana.

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