Desde la distancia que impone la separación, Danay Cruz, conocida artísticamente como Lola Mento, ha dedicado un emotivo adiós a su querido abuelo Vico, el “rey del dominó” y un guajiro auténtico que marcó profundamente su vida. A través de un mensaje publicado en las redes sociales, la cantante y artista cubana rindió homenaje a este hombre, cuya figura llena de historias y tradiciones campesinas dejó una huella imborrable en su corazón.

Vico, con su sombrero, botas y machete, es recordado como un hombre de gran energía, alegría y ocurrencias, siempre rodeado de la música y el ritmo que caracterizan a Cuba.

Lola Mento recordó cómo, desde pequeña, él le transmitió su amor por la música, cantando rumbitas improvisadas y creando un ambiente de celebración y risas.

En su mensaje, la artista resaltó la predicción de su abuelo, quien desde siempre creyó que ella llegaría a ser artista, algo que hoy, con su carrera en pleno apogeo, parece ser una certeza cumplida.

A pesar de la tristeza que provoca su partida, Danay reflexiona sobre la herencia emocional que su abuelo le deja. La honestidad sin filtros, el amor por la raíz campesina y la visión directa de la vida son legados que Vico le transmitió de una forma auténtica y profunda. Aunque su ausencia física es dolorosa, Lola Mento asegura que su abuelo sigue presente en cada recuerdo y en cada enseñanza que compartieron. "El abrazo reciente, las palabras sinceras y ese amor a su manera hoy pesan más que la ausencia", expresó la artista.

En su publicación, Lola Mento también destacó cómo la figura de Vico no solo fue una referencia para su vida personal, sino también para su carrera como cantante. Las enseñanzas y valores transmitidos por su abuelo, como la autenticidad, el trabajo honesto y el orgullo de ser quien se es, son principios que Lola Mento sigue aplicando en su arte y en su vida diaria. El guajiro, con su amor por la vida sencilla y la sabiduría popular, sigue siendo un referente de la cubanía auténtica que la artista lleva consigo.

Vico, a pesar de haberse ido, deja un legado que trasciende generaciones y se queda sembrado en el alma de quienes lo conocieron. La emoción que transita por las palabras de Danay Cruz refleja no solo el dolor por la pérdida de su ser querido, sino también el agradecimiento y la gratitud por haberse cruzado en su camino. “Hay personas que no se van: se quedan sembradas”, concluye el mensaje, en un reconocimiento a la trascendencia de aquellos que, como Vico, marcan la vida de forma indeleble.

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