Estudiantes universitarios cubanos exigen respuesta ante el alza de tarifas de ETECSA y convocan paro académico
Redacción de CubitaNOW ~ viernes 6 de junio de 2025

Estudiantes universitarios de Cuba expresan públicamente su rechazo al reciente aumento de las tarifas de internet móvil impuesto por la empresa estatal ETECSA. Considerado por ellos como un “tarifazo injustificado”, el alza reduce drásticamente el acceso a datos y dolarizado parcialmente el servicio, afectando severamente a los jóvenes en un país donde el salario promedio apenas alcanza los 20 dólares mensuales.
Ante esta situación, diversos colectivos estudiantiles convocan un paro académico como forma de protesta pacífica y resistencia, manifestando que “es necesario un paro” para visibilizar la crisis.
Las nuevas tarifas entraron en vigor el 30 de mayo, estableciendo un paquete mensual básico subvencionado de 6 GB por 360 pesos cubanos (aproximadamente 2 dólares), mientras que cualquier consumo adicional se dispara a más de 3.000 pesos, cifra inaccesible para la mayoría. Esta medida ha generado malestar y frustración entre los universitarios, quienes denuncian que ahora están limitados a un paquete básico que no cubre sus necesidades de estudio ni comunicación.
Rafael Gómez, estudiante de 18 años de la Universidad de La Habana, expresó que “antes podíamos recargar saldo prepago, ahora estamos limitados a un paquete básico que no alcanza para nada”.
La Federación Estudiantil Universitaria (FEU) de la Facultad de Matemática y Computación fue pionera en convocar el paro desde el 4 de junio, sumándose luego facultades como Filosofía, Sociología y Artes y Letras. Algunos profesores también han mostrado su apoyo, mientras que la dirección de la Universidad de La Habana rechazó el paro, reafirmando su respaldo al Partido Comunista de Cuba.
Pese a esta postura oficialista, el presidente nacional de la FEU José Almeida reconoció respetar a los estudiantes que defienden la huelga, asegurando que “nunca habrá un enfrentamiento entre estudiantes”.
La protesta ha cobrado relevancia internacional, llegando a agencias como AFP y Reuters y refleja un descontento mayor frente a las políticas económicas del país. Haydee Fernández, una estudiante de 28 años, señaló que “no se puede estudiar sin acceso a información actualizada” y consideró que “si hace falta parar las clases, que se paren hasta que haya una respuesta lógica”. En un contexto marcado por la inflación, el deterioro de los servicios y el éxodo juvenil, esta movilización representa un nuevo capítulo en la lucha por el acceso a recursos básicos en Cuba.
La estatal ETECSA justifica el aumento de tarifas alegando una necesidad económica para mantener la operatividad del monopolio, ya que sus ingresos promedios por línea móvil han disminuido en los últimos años, alcanzando solo 31 dólares por línea al cierre de 2024.
Esta cifra resulta casi el doble del salario promedio mensual en Cuba, lo que genera controversia y cuestionamientos sobre la viabilidad del tarifazo y su impacto social.
Tania Velázquez, presidenta ejecutiva de ETECSA, explicó que los ingresos actuales no son suficientes para sostener la empresa, pero muchos críticos consideran que el tarifazo es un intento por maximizar ganancias a costa de la población.
El economista Pedro Monreal señaló que la medida no atiende los problemas estructurales de la economía cubana, como la inflación, la falta de un mercado cambiario funcional y la escasa especialización internacional.
Según Monreal, entre 2020 y 2023 la pérdida total de ingresos por exportaciones en telecomunicaciones ascendió a 695 millones de dólares, lo que refleja una crisis profunda que no puede solucionarse con aumentos repentinos de tarifas.
Además, ETECSA ha tratado de calmar las protestas ofreciendo paquetes adicionales de datos y liberando el acceso a más de 40 sitios educativos sin consumir los datos móviles, pero estas medidas no han sido suficientes para satisfacer a los estudiantes ni a la sociedad civil. Organizaciones culturales y sectores sociales han expresado preocupación por el impacto de estas tarifas, que consideran una forma de exclusión digital en un país donde el acceso a internet es clave para la educación y la información.
La crisis en torno a ETECSA y el tarifazo expone no solo las dificultades financieras de la empresa estatal, sino también las limitaciones del modelo económico cubano, que enfrenta crecientes demandas sociales y un panorama de insatisfacción que, por primera vez con tanta visibilidad, involucra activamente a la juventud universitaria en una protesta con eco nacional e internacional.