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El desfile del miedo: ¿Por qué el Castrismo teme al 1ro de Mayo?

Redacción de CubitaNOW ~ miércoles 30 de abril de 2025

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La dictadura castrista demuestra una inusual inquietud frente al desfile del Primero de Mayo que, como cada año, se celebra en la Plaza de la Revolución —o, como muchos ya la llaman, la Plaza de la Involución.

A través de sus medios oficialistas y las llamadas “ciberclarias”, el régimen ha intensificado su discurso en un intento desesperado por mantener el control y evitar cualquier tipo de manifestación popular no autorizada.

En condiciones normales, el gobierno moviliza recursos significativos para llenar la plaza con miles de personas traídas desde diferentes provincias. Se obliga a participar a estudiantes, trabajadores estatales y sobre todo a jóvenes reclutas del Servicio Militar Obligatorio. Sin embargo, este año se respira una tensión distinta. A pesar de que el régimen insiste en proyectar una imagen de fuerza y estabilidad, la realidad en las calles es otra.

Los recientes anuncios de la administración estadounidense sobre sanciones y medidas contra cubanos que colaboren activamente con la represión han puesto nervioso al gobierno. Saben que la impunidad con la que han operado durante décadas ya no es absoluta. La visibilidad internacional de los actos del régimen está aumentando y la presión interna se acumula día tras día.

Pero ¿por qué tanto miedo si supuestamente tienen todo bajo control? Porque la realidad es que el malestar ciudadano ha llegado a un punto crítico.

Las condiciones de vida se deterioran cada día más: apagones interminables, escasez de alimentos, inflación galopante y una represión creciente. En este contexto, el recuerdo del 11 de julio de 2021 —cuando miles de cubanos salieron a las calles a exigir libertad— sigue vivo en la memoria colectiva del pueblo.

La cúpula gobernante teme que este Primero de Mayo sea la chispa de un nuevo estallido social. Por eso buscan garantizar una presencia masiva en la plaza para evitar que el vacío revele la apatía o, peor aún, el rechazo abierto al régimen.

Como medida preventiva, el primer ministro declaró el 2 de mayo como día feriado, en un intento de disfrazar el descontento bajo un velo de “concesiones” y “benevolencia”. Pero los cubanos no se dejan engañar: saben que este gesto no es más que una maniobra desesperada para calmar los ánimos.

El desfile de este año no será solo una celebración forzada del primero de mayo. Será un termómetro del miedo del régimen y, quizás, una nueva oportunidad para que el pueblo cubano alce su voz.

¿Volverá a llenarse la Plaza con cientos de miles de cubanos que padecen día a día el hambre y la miseria, con constantes apagones, sin medicamentos, sin transporte?

Del perfil de La Tijera


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