“Hoy amanecí como el cable de la 220, lo que se me ponga alante, lo parto”, así comienza el más reciente video publicado por Sandro Castro, nieto del fallecido expresidente cubano Fidel Castro, y figura polémica dentro y fuera de la Isla.

Con un tono desenfadado, lenguaje callejero y frases llamativas, Sandro agradece por el lanzamiento de su nueva canción, a la que muchos ya identifican por su estribillo viral: “¡la cristach!”.

El video se ha compartido ampliamente en plataformas como Instagram, Facebook y TikTok, donde el público reaccionó con una mezcla de asombro, burla y memes.

Sandro, quien ha sido blanco de críticas por su estilo de vida ostentoso y su cercanía al poder, se presenta ahora como creador de un “tema del verano”, invitando a sus seguidores a pedirle la canción por mensaje directo y prometiendo aceptar “todas las historias y colaboraciones”.

Mientras algunos de la cúpula se han pronunciado en su detrimento otros medios oficiales guardan silencio o tratan con cautela las apariciones de Sandro Castro, usuarios en redes sociales lo ven como un símbolo del contraste entre los privilegios de los descendientes del poder y la dura realidad del pueblo.

Muchos cubanos viven con apagones, escasez de agua y falta de alimentos básicos, mientras el joven Castro aparece en redes hablando de fiestas, energía y frases que muchos interpretan como una provocación o burla.

Para algunos seguidores del oficialismo, Sandro es simplemente un joven excéntrico con derecho a expresarse.

Para otros, representa una élite ajena al sufrimiento popular, cada vez más visible en un país golpeado por una profunda crisis económica y social.

El fenómeno de “¡Medícame, Vampira!” puede tener un tono festivo y viral, pero detrás de las risas, sigue alimentando el debate sobre los privilegios, el poder heredado y la desconexión con la Cuba real.

Fuente: Pilar de Cuba

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