Construyen hotel de 25 pisos en El Vedado mientras el barrio se derrumba
Redacción de CubitaNOW ~ jueves 27 de noviembre de 2025
Después de más de tres años de obras, la torre que se levanta en 1ra y B, en El Vedado habanero, sigue creciendo como un cuerpo extraño en medio de un barrio que se cae a pedazos. El edificio, de 25 pisos, ya domina la franja costera cercana al Malecón y es visible desde varias cuadras a la redonda. Aunque parece terminado por fuera, su interior continúa en plena faena.
Un técnico entrevistado por el medio independiente 14ymedio aseguró que “la parte extranjera es de unos franceses” y que en la obra trabajan también indios, “más como mano de obra”. Según dijo, estos obreros se marcharán en diciembre, pues su labor concluyó. El propio dossier arquitectónico confirma que la constructora francesa Bouygues Bâtiment International figura como responsable principal, la misma que ha ejecutado la mayoría de los hoteles de lujo en Cuba.
Bouygues acumula un historial de polémicas. Tras el paso del huracán Melissa, más de 76.000 viviendas permanecieron dañadas y miles de familias sin ayuda, mientras la Planta Modular de Antilla, operada por la empresa, continuaba fabricando módulos de habitaciones para hoteles de lujo. Incluso medios estatales fueron advertidos de “olvidarse” de la planta tras intentar investigar su actividad.
A diferencia de otros hoteles promovidos por el conglomerado militar Gaesa, esta torre carece de anuncios o vallas que identifiquen a su inversionista, constructora o futuro operador. El proyecto arquitectónico describe un hotel de cuatro estrellas, con unas 520 habitaciones, áreas comunes en un basamento de tres niveles y servicios de alto estándar, incluyendo piscina y terraza panorámica.
El técnico estima que la obra aún tiene “año y pico más” por delante. Los obreros trabajan en el enchape de baños y pisos, aunque falta toda la parte de tecnología, electricidad y ascensores. Asegura que el edificio contará con “tecnología de punta, como el de la Torre K”, uno de los proyectos estrella de la inversión estatal.
Sobre el nombre del hotel, la respuesta fue inquietante: “No se sabe, lo van a revelar cuando esté terminado”. Ningún medio oficial ha publicado avances, plazos o características del inmueble, pese a su tamaño e impacto visual.
Consciente del contraste, un vecino comentó riéndose: “Tremendo esto, asere”, aludiendo a la paradoja de ver surgir un hotel de lujo mientras el resto de La Habana se derrumba. La torre se levanta con grúas y materiales abundantes, mientras las casas cercanas muestran fachadas desmoronadas, balcones apuntalados, filtraciones y grietas. En un jardín próximo, dos hombres dormían sobre el césped reseco.
La escena refleja el abismo entre el discurso oficial sobre el “bloqueo” y la fiebre por levantar proyectos turísticos de gran lujo, justo cuando la ocupación hotelera apenas alcanza el 20%. El rascacielos de 1ra y B avanza frente a un barrio que no logra mantener su infraestructura básica. La modernidad llega, pero no para todos.