El periodista y activista cubano Waldo Fernández Cuenca denunció en redes sociales la presencia de un agente represor de la Seguridad del Estado en un acto oficial encabezado por Miguel Díaz-Canel, en conmemoración del aniversario 66 de esa institución. El agente, conocido hasta ahora con el seudónimo de "capitán Alexander", fue identificado como Reinier Castillo Baró.

Fernández Cuenca afirmó que Castillo Baró lo interrogó en repetidas ocasiones en la unidad policial de Aguilera, en Lawton, además de acosarlo en su propia vivienda. La revelación de su identidad ha generado una ola de reacciones en redes sociales, donde otros activistas también lo reconocieron como uno de los agentes responsables de la represión contra disidentes y opositores en Cuba.

Uno de estos activistas afirmó que en 2018 fue visitado por el represor y logró grabar un video del enfrentamiento. Otro recordó haber sido interrogado por un hombre con el mismo seudónimo y características físicas similares. Se han documentado numerosos incidentes de intimidación en las calles de La Habana y en interrogatorios arbitrarios caracterizados por amenazas y actitudes violentas.

Ante esta situación, varios usuarios han destacado la importancia de registrar y denunciar públicamente a estos agentes para que en un futuro rindan cuentas por sus abusos. "La impunidad no será eterna", comentó un internauta, reflejando el sentir de muchos ciudadanos que buscan justicia.

El evento conmemorativo del aniversario 66 de la Seguridad del Estado tuvo lugar el pasado 26 de marzo y contó con la presencia de Miguel Díaz-Canel, quien exaltó a los agentes presentes como "combatientes del silencio" y "orgullo del pueblo cubano". En su discurso, el mandatario alabó su labor en la "defensa de la Revolución", justificando su papel en la represión de activistas y opositores.

No obstante, para muchos cubanos, la Seguridad del Estado representa una institución temida y opaca, responsable de detenciones arbitrarias, vigilancia extrema, acoso psicológico y destierros forzosos. La identificación de represores como Castillo Baró fortalece los esfuerzos por documentar los abusos y preparar el camino para que sus responsables enfrenten la justicia en el futuro.

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