España rechazó la querella presentada por la cubana Mailén Díaz, única sobreviviente del accidente aéreo de La Habana en 2018, para pedir la investigación de los hechos, por presuntos delitos de homicidio por imprudencia grave y de lesiones.

La Audiencia Nacional no ve indicios de delito en la denuncia presentada por Díaz y familiares de una de las víctimas, por lo que descartó la posibilidad de una indagación del fatal vuelo fletado por la compañía estatal Cubana de Aviación, pero operado por la mexicana Global Air.

De acuerdo con medios españoles, la querella pedía investigar a la compañía aérea y a su director general, Manuel R. C., de nacionalidad española, lo que sostendría la competencia del tribunal al tratarse de un posible delito cometido en el extranjero por un ciudadano de esa nación europea.

Sin embargo, el juez Santiago Pedraz acordó finalmente, con el respaldo de la Fiscalía, inadmitir la querella. La decisión, no obstante, puede ser recurrida, informa el diario La Razón, que tuvo acceso a una resolución del pasado jueves, donde el magistrado concluye que los hechos denunciados sobre supuestas “deficiencias de seguridad” no pueden “constituir delito alguno”.

Por otro lado, reconoce la “dificultad” de imputar a Global Air un delito de imprudencia grave “cuatro años después del hecho y lejos del lugar del mismo y sin contacto con las autoridades tanto del lugar del accidente como del país donde radicaba la sociedad”.

Pedraz argumentó que los querellantes esgrimieron la nacionalidad española del director general de Global Air “como justificación artificial para incoar un procedimiento sin el fundamento real adecuado para ello, pero posiblemente con una intención más allá del ejercicio de la acción penal y civil con fundamento suficiente”.

También defendió su postura basándose en el informe elaborado en septiembre de 2019 por la Comisión Estatal de Investigación de Accidentes de Avión (CIAA) de Cuba, el cual atribuye el accidente a “una cadena de errores con preponderancia en el factor humano”.

El accidente de mayo de 2018 ocasionó la muerte de más de un centenar de personas, incluyendo la tripulación. Díaz sobrevivió, pero quedó tetrapléjica con múltiples lesiones y amputación de pierna. Además de la joven, aparecen como denunciantes el hijo y la nieta menor de edad de una de las víctimas, Pedro Luis Trujillo y Aietana Trujillo, de nacionalidad española y residentes en Madrid.

La querella refiere que la tripulación “no contaba con la formación adecuada para responder de forma eficiente”, y sostiene que la aeronave “no se encontraba en estado de ser operada con seguridad”. En tal sentido, apunta que “se vulneraron las normas más elementales de cuidado, materializadas en la vulneración de la normativa relativa al mantenimiento de la aeronave poniéndose en riesgo la vida de 114 personas”, a pesar de conocer “el peligro que suponía ejecutar el vuelo en dichas condiciones”.

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