Las autoridades judiciales cubanas se negaron a aceptar la petición de libertad condicional a favor del preso político Asiel Pérez Machín, y lo enviaron a la prisión 1580 de La Habana a un régimen de mayor rigor.

“Me llamó muy alterado porque dice que le denegaron la libertad condicional, que tiene que estar ahí el año completo de condena que se cumple en julio. El problema fue que él se fajó y lo quieren revocar”, dijo su esposa Juana de la Caridad Varona La Rosa.

“El lunes habrá un ‘Consejillo’ y se decidirá que van a hacer con él, pero la libertad condicional ya se la negaron”, argumentó Varona de la Rosa.

Después de su participación en las manifestaciones antigubernamentales que acontecieron el 11 de julio en Centro Habana, en agosto, Pérez Machín fue sentenciado a un año de privación de libertad por “desórdenes públicos” tras juicio sumario sin representación legal.

Más tarde, su sanción fue rebajada a un año de Trabajo Correccional con Internamiento, medida que cumplía en el Campamento Toledo II de La Habana.

Según denuncian sus familiares, el preso político fue atacado y lesionado por un grupo de reos comunes, de ahí que se le negó el beneficio de libertad condicional al que tenía derecho el próximo enero.

“Posiblemente, nunca se sepa si esa agresión fue indicada por los de la Sección 21, expertos en generar conflictos desde la sombra y la impunidad que les da el régimen totalitario”, enfatizó el abogado independiente Sergio Osmín Fernández Palacios, coordinador de Inteligencia Ciudadana, en una denuncia presentada ante el Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de la Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas sobre Derechos Humanos, Michelle Bachelet.

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