Encienden el debate con encuesta sobre reconciliaciones de la farándula cubana
Redacción de CubitaNOW ~ sábado 20 de septiembre de 2025

La plataforma de entretenimiento cubano B2 Designs lanzó este jueves una encuesta en Instagram que puso a hablar a miles de usuarios: ¿qué reconciliación entre figuras del espectáculo despierta mayor expectativa?
El sondeo se presentó en un carrusel de imágenes creadas con inteligencia artificial, donde aparecieron posibles reencuentros entre L’Kimi y Wampi, Charly Do y El Chulo, Dany Ome y Johayron, Fixty Ordara y Jonni Jonito, Alexander Otaola y Alexis Valdés, además de Un Martito Durako y Chocolate MC.
La iniciativa no fue casual. Detrás de cada dúo existe un historial de disputas que trascendieron lo artístico para convertirse en episodios mediáticos seguidos de cerca por los fanáticos:
L’Kimi y Wampi: su controversia actual se reavivó luego de que L’Kimi confirmara su relación con la influencer Samantha Hernández, exprometida de Wampi.
Charly Do y El Chulo: protagonizaron tensiones públicas que incluyeron indirectas en canciones y enfrentamientos en redes sociales.
Dany Ome y Johayron: la ruptura estuvo marcada por acusaciones sobre estilos, competencias directas y la autoría de temas musicales.
Fixty Ordara y Jonni Jonito: su rivalidad se calentó recientemente, cuando Fixty lanzó fuertes críticas en redes sociales contra su colega.
Alexander Otaola y Alexis Valdés: más allá de la música, ambos sostuvieron enfrentamientos mediáticos en torno a posturas políticas y a la comunidad cubana en el exilio.
Un Martito Durako y Chocolate MC: sus cruces incluyeron declaraciones ofensivas y choques de egos, alimentando una rivalidad seguida por el público urbano.
La encuesta generó un aluvión de comentarios y votos, con internautas analizando la viabilidad de cada reencuentro y recordando los momentos más tensos de esas disputas. Para algunos, una reconciliación sería un sueño de los fanáticos; para otros, un espectáculo imposible.
Lo cierto es que B2 Designs logró encender la conversación en redes, demostrando que los conflictos —y las posibles reconciliaciones— siguen siendo un motor poderoso en la cultura de entretenimiento cubana.