El humorista y filántropo cubano Limay Blanco volvió a demostrar que la solidaridad puede más que la tristeza. A través de su proyecto Cristo Cambia Vidas (CCV), el artista ha recaudado 2.374 dólares para ayudar a la niña de 10 años que sufrió un brutal maltrato en Holguín, un caso que estremeció a toda Cuba.

Blanco explicó que el dinero será destinado a comprar una vivienda para la menor y su familia, con el objetivo de ofrecerles un entorno seguro y digno lejos del trauma vivido. “Queremos llegar a seis mil dólares, cinco mil para la casa y mil más para amueblarla. Esta casa será solo para ella”, aseguró en un video publicado en sus redes sociales, donde agradeció cada contribución recibida.

El comediante, visiblemente conmovido, confesó que el caso lo ha afectado profundamente: “No he podido dormir nada, pero gracias a no dormir mira todo lo que se ha logrado”. Además, subrayó que todo el proceso se realizará con transparencia, como en cada una de las ayudas gestionadas por su fundación.

Según relató, los fondos serán entregados al padre de la niña, mientras planean extender la ayuda también a los hermanos. “Primero uno, después el otro. Vamos a darle una buena sorpresa a esa niña, que tenga su cama y su cuarto propio”, comentó.

El gesto de Limay surge tras la difusión de un video desgarrador en el que se ve a una madre golpeando salvajemente a su hija, mientras su pareja grababa y otro niño vertía agua sobre la víctima. El hecho, inicialmente atribuido a Ciego de Ávila, fue confirmado en Holguín. Las autoridades arrestaron a la madre, Elizabeth González Díaz, y a su pareja, quienes permanecen bajo investigación.

La acción del humorista se suma a la de otros artistas y activistas cubanos, como Flor de Cuba, quienes han exigido justicia y protección para la menor. Limay, convencido de que la fe puede mover montañas, cerró su mensaje con esperanza: “En el nombre de Jesús va a llegar. Esa niña va a tener su casa, su cama y la oportunidad de empezar de nuevo”.

Una vez más, el carisma y la empatía de Limay Blanco demuestran que, incluso en medio del dolor, la bondad de un pueblo puede cambiar vidas.

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