En Camagüey la leptospirosis avanza entre basura y abandono
Redacción de CubitaNOW ~ miércoles 27 de agosto de 2025

En las últimas horas han circulado denuncias ciudadanas sobre el preocupante aumento de casos de leptospirosis en Camagüey, especialmente en los municipios de Florida y en la propia capital provincial.
La alerta, compartida en redes sociales por usuarios como José Luis Tan Estrada, subraya que mientras la enfermedad se expande, las autoridades guardan silencio, sin brindar información oficial ni adoptar medidas visibles para enfrentar la situación. Este contraste entre la urgencia sanitaria y la inacción gubernamental genera un clima de incertidumbre y frustración entre los habitantes.
Los comentarios de la población reflejan con crudeza la magnitud del problema. Una de las voces señala que “si las puertas de las bodegas, donde va la mayoría de la población a buscar lo poco que les venden, están llenas de basura ¿quién se salva de leptospirosis?”.
Otro usuario advierte que el centro de la ciudad está colapsado por desechos, lo que deja a la imaginación el panorama aún más grave de las zonas periféricas. La acumulación de basura, el estancamiento de aguas y la falta de recursos higiénicos convierten a la provincia en un terreno fértil para la propagación de enfermedades.
“Florida está perdida entre basura, dengue, una gravísima escasez de insumos médicos... ¡ y el cuartico está igualito!”, escribió otra usuaria, en un comentario que sintetiza la mezcla de abandono y vulnerabilidad que se vive en el territorio.
La leptospirosis no llega sola: se suma al dengue, las diarreas infecciosas y otras afecciones derivadas de un ambiente insalubre, lo que incrementa el riesgo de una crisis sanitaria de mayores proporciones.
El fenómeno no es exclusivo de Camagüey. En distintas provincias del país, desde Holguín hasta Pinar del Río, ciudadanos denuncian la misma realidad: montañas de basura que no se recogen, alcantarillas obstruidas, aguas albañales que corren a cielo abierto y la inexistencia de campañas efectivas de saneamiento.
En Las Tunas, por ejemplo, vecinos han mostrado imágenes de solares convertidos en vertederos improvisados, en Santiago de Cuba se reportan barrios donde la basura puede permanecer semanas sin recogerse y en La Habana, en municipios como Centro Habana y Cerro, la situación se repite con un agravante: la densidad poblacional multiplica el riesgo de contagio.
“Camagüey se está convirtiendo en un basurero gigante”, comentó Liuva Peláez, tras visitar Florida y comprobar personalmente el deprimente estado de sus calles. Otro testimonio desde el exterior resalta que hasta en Tampa, Estados Unidos, el mal olor parecía traspasar fronteras, como metáfora del deterioro ambiental cubano.
La leptospirosis es una enfermedad que se transmite por el contacto con aguas contaminadas con orina de animales infectados, especialmente roedores. En un contexto de crisis higiénica y sanitaria, la prevención resulta casi imposible. El llamado de los ciudadanos a extremar las medidas higiénicas en los hogares choca con la realidad de quienes conviven diariamente entre desechos y carecen de insumos básicos de limpieza.
“Hasta la peste tendremos”, escribió una internauta. Esa frase resume el sentimiento generalizado: un pueblo que, además de enfrentar la escasez de alimentos, medicamentos y transporte, debe sobrevivir ahora a una amenaza epidemiológica en medio del silencio oficial.
La leptospirosis en Camagüey es un síntoma, pero también un reflejo de un país sumido en la desidia y la descomposición.