El paso del huracán Rafael vino a remarcar el macabro signo que se ha ceñido en Cuba en este 2024. Prácticamente arrasada ha quedado Artemisa, una provincia caracterizada por la extensión de sus sembrados, siendo un pulmón abastecedor e productos del agro hacia la capital del país.

Se calculan más de 9 mil hectáreas de plátano y 3 mil 800 de yuca devastadas, daños en de hortalizas que acababan de ser sembradas, 700 hectáreas de frijoles y 500 de arroz, más de 500 de maíz y 357 de café. Además, se perdieron soya, frutales y tabaco; y en las instalaciones ganaderas volaron las cubiertas de al menos cuatro naves de porcino y 23 del sector avícola entre naves y almacenes.

Se prevé que los daños en infraestructuras sean incluso mayores. No están contabilizadas aún las numerosas casas que, según las autoridades, han sido afectadas, pero sí están listados los hospitales, centros educativos, culturales, industrias, locales gastronómicos y turísticos que sufrieron algún tipo de siniestro. 

Muchas opiniones de lugareños nos llegan a esta redacción que repiten el mismo mensaje: "Gracias a Dios que estamos vivos, lo demás se recupera"; otros menos optimistas clamaban que "¿Hasta cuándo, lloro y lloro y solo veo destrucción; tanto trabajo para tener un buen año ¿para qué?".

Diversos medios y páginas de internet dan cuenta de expresiones y realidades, todas validadas por este fenómeno: 

"Cuando Yusimi regresó a su casa, no quedaba nada. Junto a ella estaba Margot García, que a sus 91 años ha vivido muchos huracanes, pero no puede evitar repetir insistentemente: ´Nunca había visto algo así´. aún se puede ver el mar intranquilo rompiendo sobre el embarcadero de los pescadores. Las casas en Playa Marjana, el humilde poblado por donde entró Rafael, siguen vacías, algunas –las de cemento, en pie– otras, derruidas". (tomado de EFE)

La presencia del presidente cubano no despertó ninguna muestra de júbilo, más bien de indiferencia o desdén. Total, ¡para lo que hace! decían algunos. Si estando todo bien, no ayuda ¡imaginen ahora!

En Mayabeque, la agricultura fue también la que más sufrió, especialmente en los cultivos de plátano y yuca.

En la capital, lo esperado: hasta el jueves, más de 461 derrumbes totales y parciales, además de 495 postes caídos con más de 100 transformadores y afectaciones en la infraestructura del gas, datos suministrados por la Defensa Civil. 

Dentro de las afectaciones, una que preocupa mucho a la alta jerarquía: la cancelación de la Feria Internacional de La Habana (Fihav) tras sufrir daños estructurales algunas de las naves de Expocuba. 

Oscar Pérez-Oliva Fraga, titular del Ministerio de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, explicó a los participantes –más de 700 de 63 países– que “nunca antes se había tenido que tomar una decisión de esta magnitud” a pesar de que el evento, que conlleva trabajo de un año para tratar de captar la vital inversión extranjera se celebra en plena temporada de huracanes. Ha tenido que llegar Rafael para que, en su edición 40nse tome conciencia de la inconveniencia de la fecha. 

El ministro afirmó que el Comité Organizador trasladará su fecha de realización a otra etapa del año, aunque este año se pudo poner a salvo el material de los expositores y “hasta el momento no se constatan daños a esos artículos”. Pese a todo, las reuniones de negocios que las empresas habían previsto se celebrarán en los hoteles Nacional y Palco. ¡Como se dice en buen cubano: ellos no pierden ni al pimpom"

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