Un conocido emprendedor y economista cubano reclamó en La Habana la creación de una ‘asociación de empresarios privados cubanos’ para evitar “retrocesos y titubeos” en la aplicación de la política económica gubernamental y para defenderse de “regulaciones que no garantizan la igualdad de condiciones” para el sector empresarial independiente.

“Somos parte de la solución, no el problema”, dijo en una publicación de Facebook Oniel Díaz Castellanos, cofundador de una pequeña agencia de consultoría que ha venido abogando en las redes por la ampliación de las facilidades para las operaciones de micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), recientemente aprobadas por el Gobierno.

Díaz enumeró varias razones por las que considera necesaria “una organización que represente al empresariado privado cubano”. 

“Organizarnos es también una manera de evitar los retrocesos y titubeos en la aplicación de la política económica aprobada por tres congresos del PCC (Partido Comunista de Cuba) y refrendados en los Lineamientos y otros documentos”, escribió.

Otro de los argumentos para la fundación de una agrupación de empresarios privados sería la existencia de “regulaciones que no garantizan la igualdad de condiciones entre los actores económicos (estatales/privados nacionales/extranjeros)” ni tampoco “permiten contribuir con mayor fuerza a la construcción de la prosperidad para el país”.

El economista agregó que la Constitución cubana reconoce al sector independiente “como un actor económico legítimo, con deberes y con derechos”.

Al cierre de este mes en Cuba habían sido registradas unas seis mil mipymes, aunque el gobierno ha congelado al ritmo de aprobación de nuevas entidades independientes. Más de cuatro mil están a la espera de autorización para poder operar. Esta semana sólo recibieron los permisos 176 nuevos proyectos. 

En otra publicación en Facebook, Díaz enumeró una serie de opciones que se abrirían si los nuevos empresarios cubanos constituyen su propia organización:

-Constituirse como el espacio de representación y participación nacional de los empresarios y emprendedores privados cubanos en su diálogo e interacción con las instituciones públicas.

-Construir y gestionar redes de apoyo al surgimiento y consolidación de nuevos emprendimientos.

-Facilitar con sus actividades la concertación de negocios y relaciones comerciales entre todos los actores económicos.

-Fomentar y socializar las mejores prácticas en materia de administración de negocios, comercio, producción, prestación de servicios, marketing, finanzas, entre otros.

-Trabajar para convertir la responsabilidad social empresarial; la creación de empleos dignos y la protección de los derechos y garantías laborales en sellos distintivos del empresariado privado nacional.

-Realizar acciones de formación entre sus miembros.

-Apoyar los esfuerzos nacionales por el desarrollo económico y la justicia social en Cuba.

De inmediato, varios comentarios en las secundaron las demandas de Díaz.

“Esto requiere organizarse y hay que hacerlo ya”, escribió Rolando Pérez. 

“Plenamente de acuerdo!!!, tanto como el sindicato con la administración en ‘empresas’ e instituciones estatales”, afirmó Rafael Mateu. 

Otros reaccionaron con reservas y críticas. A juicio de Jorge Padrón, “nunca van a permitir su personalidad jurídica. Tendrían que imponer a alguien del PCC al frente”, mientras Rodrigo Huaimachi pareció repetir las habituales críticas desde el régimen: “Esto me recuerda a alguien que nos advertía que después de tomar el poder económico, vendría el poder político”.

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