El niño cubano Diego Vasallo Rodríguez, lucha contra una enfermedad que él solo no puede detener. Conocido en redes sociales por su resistencia al cáncer que le ha dado el sobrenombre de Guerrero de Lawton, el pequeño está perdiendo la batalla y su familia suplica ayuda desesperada.

Diego Vasallo de 10 años de edad, fue diagnosticado  con solo tres años con leucemia linfoide aguda de riesgo intermedio, en el Instituto de Hematología e Inmunología de La Habana en 2015.

Ha estado peleando por vivir tras siete años de tratamiento y estudios médicos, pero ahora las autoridades de Salud en Cuba dicen que no hay más nada qué hacer, y su familia ve cómo cada día el pequeño pierde facultades.

“Actualmente presenta una parálisis del lado derecho, pérdida de la vista, problemas con el habla y permanece encamado en su domicilio ubicado en calle San Francisco, número 304, entre Armas y Porvenir, en el municipio 10 de Octubre en la capital”, explica el medio La Hora de Cuba.

Dianna Yuliet Peralta Rodríguez, hermana mayor de Diego conversó con esa plataforma de noticias suplicando nuevamente apoyo para un tratamiento fuera de Cuba.

“Necesitamos buscarle un tratamiento, encontrar ese medio, ese hospital, que le dé una oportunidad más en esta vida. Por eso es que necesitamos una visa o ayuda humanitaria para encontrar un tratamiento y que el niño vuelva a caminar, a ver, hablar, porque se me está apagando cada día más”, dijo la cubana.

En medio de su desesperación denunció que las autoridades médicas en la isla ya no le dan ninguna opción.

“Nos dicen que ya no tienen más nada que hacer con el niño, que han agotado todos los protocolos, que al niño hay que darle una mejor calidad de vida. Ya no me dan una respuesta sobre qué podemos hacer con el tratamiento, si tiene un chance con otro tratamiento, aunque sea en otra parte. No me dan respuesta. Me dicen que la enfermedad no tiene solución ni aquí, ni allá”, advirtió.

Sobre el estado de Diego, su hermana mayor lamentó “ahora mismo está en riesgo su vida, cada convulsión que haga es menos tiempo que tiene... Como tal, no le llega muy bien el oxígeno al cerebro, el tumor está comprimiendo todos los ventrículos y cada vez queda menos espacio para que circule el líquido. El pasado 23 de diciembre tuvo una convulsión, se inflamó la presión del cerebro y perdió la vista. Entonces, lo más mínimo que le pase, es otra consecuencia y menos tiempo que le queda”.

La situación de la familia también es de riesgo “Diego vive solo con mi mamá. Es huérfano [de padre] hace cinco años. Entre los dos, la pensión que reciben es de 930.00 pesos cubanos al mes, es una sola chequera. Mi mamá no puede trabajar porque tiene que atenderlo a él. Tiene que estar constantemente con él. Nos ayudamos entre todos, lo familia es bien chiquita”, explicó su hermana mayor.

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