A pesar de la reducción en el número de accidentes reportados en Cuba al cierre de enero de 2025, el número de fallecidos ha aumentado, lo que pone en evidencia la gravedad del problema y la falta de soluciones efectivas. Según informó el ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, en su página de Facebook, se registraron 87 accidentes y 2 lesionados menos que en el mismo período de 2024. Sin embargo, el índice de muertes aumentó significativamente, en gran parte debido a accidentes en medios de transporte colectivos.

Las provincias de Granma, Sancti Spíritus y Las Tunas muestran una tendencia al alza en accidentes, mientras que en Ciego de Ávila y Camagüey se reporta un incremento en el número de fallecidos. La Habana es la única provincia con descensos en los tres indicadores, aunque las causas estructurales del problema siguen sin resolverse.

El factor humano sigue siendo el principal responsable de los accidentes, con un alarmante 92% de incidencia en los siniestros y un 98% de responsabilidad en las muertes. La falta de educación vial, la conducción temeraria, el uso de teléfonos móviles al volante y el exceso de velocidad siguen siendo los principales factores que provocan tragedias en las carreteras cubanas. Además, la conducción bajo efectos del alcohol estuvo presente en tres de los cinco accidentes más graves del mes, lo que demuestra una preocupante falta de control y prevención por parte de las autoridades.

El atropello a peatones se mantiene como el tipo de accidente más letal, con un promedio de dos atropellos diarios y una persona fallecida cada seis días. Estas cifras reflejan la vulnerabilidad de los transeúntes en un país donde la señalización vial es deficiente y las vías carecen de la infraestructura adecuada para proteger a los más indefensos en el tráfico.

Otro dato preocupante es el elevado número de motocicletas y ciclomotores involucrados en accidentes, con un 47.2% de los casos reportados. La falta de cumplimiento de normas básicas de tránsito, como el respeto a las señales y la conducción sin licencia, demuestra la desorganización del sistema vial y la escasa efectividad de las regulaciones existentes.

El ministro Rodríguez Dávila destacó que Cuba cuenta con un marco legal sólido para la seguridad vial, pero las condiciones de las carreteras, la falta de recursos para su mantenimiento y la insuficiente supervisión por parte de las autoridades hacen que estas regulaciones sean ineficaces. Se han prometido mejoras en la señalización y en la pavimentación de los tramos más peligrosos, pero el deterioro de la infraestructura sigue siendo un problema persistente.

A pesar de las constantes campañas de concienciación y el aumento de controles en las carreteras, el número de fallecidos sigue en ascenso. La imposición de 9,559 multas adicionales y el retiro de 2,214 licencias de conducción en enero reflejan la gravedad de la situación, pero estas medidas punitivas no abordan el problema de raíz. Sin una infraestructura vial segura, un transporte público eficiente y una cultura de seguridad vial realmente efectiva, las muertes en las carreteras cubanas seguirán en aumento.

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