El vicepresidente de Bolivia, Edmand Lara, se declaró públicamente en oposición al Gobierno de Rodrigo Paz y manifestó su respaldo a las movilizaciones impulsadas por la Central Obrera Boliviana (COB) contra la eliminación de la subvención a los combustibles. En un video difundido en TikTok, Lara aseguró que “los tiranos van a caer” y pidió a los sectores movilizados “no rendirse y mantener la guardia alta”.

El vicepresidente calificó la medida que eliminó la subvención como un “decreto del hambre, del desempleo y de la desesperanza”, acusando al Ejecutivo de alinearse con los sectores más pudientes y de ignorar las necesidades del pueblo. Según Lara, los días de los gobernantes actuales están contados y él se mantiene “al lado de la población para defender sus derechos”.

Desde la segunda vuelta electoral, la relación entre Paz y Lara ha estado marcada por la tensión. Esta semana, el vicepresidente se presentó en diversos videos de TikTok como un opositor activo y señaló directamente a ministros y parlamentarios por “provocar convulsión social” a través del decreto 5503, que establece el fin de la subvención a la gasolina y el diésel. Lara también acusó a legisladores de aprobar créditos a cambio de cargos en entidades estatales, aunque no presentó pruebas, lo que generó advertencias de procesos legales en su contra por parte de las cámaras de Diputados y Senadores.

A nivel social, la COB convocó a huelgas y movilizaciones en varias ciudades. En La Paz, la marcha llegó hasta la sede de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB), donde dirigentes evaluaron el impacto de las protestas. La huelga general e indefinida ha sido cumplida principalmente por los mineros estatales, mientras que otros sectores, como transportistas, comerciantes y mineros cooperativistas, han cesado sus medidas tras alcanzar acuerdos con el Ejecutivo. Sin embargo, la COB condiciona cualquier diálogo a la anulación del decreto.

El decreto 5503 modificó los precios de los combustibles tras más de dos décadas de subsidios: la gasolina subió 86 % y el diésel 162 % respecto al precio anterior. El Gobierno argumenta que la medida asegura el abastecimiento de combustible, que había sido escaso durante casi un año y medio, y permite un ahorro diario de US$ 10 millones para el Estado. La decisión también contempla incrementos al salario mínimo, de 2.750 a 3.300 bolivianos (US$ 395 a US$ 474), así como aumentos en los bonos para estudiantes y adultos mayores sin aportes a la seguridad social.

El respaldo de Lara a las protestas evidencia una ruptura interna en el Ejecutivo y un giro político que podría fortalecer la presión social sobre el Gobierno. Mientras tanto, el país enfrenta una etapa de tensiones y negociaciones, en la que la COB y los sectores movilizados buscan revertir la eliminación de subsidios que impacta directamente en los costos de vida de los bolivianos.

Este escenario marca un capítulo crítico en la política boliviana, donde la combinación de medidas económicas y fracturas internas del Gobierno amenaza con mantener la incertidumbre social y económica en los próximos meses.

Fuente: CNN

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