El nieto de Fidel 'exprime' a Díaz-Canel, una limonada fresca hecha de sarcasmo y privilegio(video)
Redacción de CubitaNOW ~ lunes 27 de octubre de 2025
En un país donde la escasez se ha vuelto rutina y el hambre golpea cada rincón, Sandro Castro, nieto del dictador Fidel Castro, vuelve a ser tendencia en redes sociales con el lanzamiento del primer capítulo de su serie “El Hoyo”, producida bajo el sello Castro Record. El título no podría ser más simbólico: mientras cava literalmente un hueco en la tierra, también parece cavar otro, moral y político, en la conciencia del pueblo cubano.
En el video, Sandro aparece “explorando” su hoyo y “descubriendo tesoros en extinción”: un paquete de pollo, un pomo de aceite, un kilo de leche en polvo, un limón, un coco y unas velas. Cada hallazgo lo celebra como si se tratara de una reliquia.
Entre risas, comenta que “hoy habrá pollo frito y cerveza”, aunque duda si podrá comprar los productos “si el Toque me deja”, aludiendo con ironía a la subida del dólar en el mercado informal.
El tono jocoso y despreocupado del video ha causado indignación entre miles de cubanos dentro y fuera de la isla.
Mientras la mayoría sobrevive con hambre y desabastecimiento, el nieto del dictador muestra con burla los alimentos que la población no ve en años.
Pero el punto más polémico llega cuando, al encontrar un limón, Sandro comenta: “La base de todo no puede faltar, vamos a hacer una limonadita bien fresca”, una clara referencia a la famosa frase de Miguel Díaz-Canel, quien años atrás aseguró que “el limón es la base de todo”.
A partir de ahí, el tono se vuelve aún más provocador: Sandro encuentra un coco y unas velas, prometiendo “hacerle una limpieza al hueco” y pedirle a Dios “que le envíe una yuma o baje el dólar”. Luego bromea con su mano de goma, “Magnolia”, a la que le propone quedarse a vivir en el hueco “si de ahí salen cosas buenas como el pollo, la leche y el aceite”.
La contradicción salta a la vista: mientras ciudadanos comunes son encarcelados por hacer una simple alusión al gobernante cubano, Sandro Castro se permite reírse abiertamente del hambre nacional y de Díaz-Canel, sin consecuencias.
Su video, lejos de entretenimiento, se ha convertido en un retrato del cinismo y la impunidad con que vive la élite castrista, alimentada por los privilegios que la mayoría jamás conocerá.
En Cuba, mientras unos tienen que cavar hoyos buscando agua o esperanza, otros los usan para burlarse del pueblo desde el lujo y la inmunidad.