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El MLC como termómetro de la crisis: oscilaciones que revelan la fragilidad económica en Cuba

Redacción de CubitaNOW ~ sábado 24 de mayo de 2025

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El comportamiento errático de la Moneda Libremente Convertible (MLC) en el mercado informal cubano refleja con claridad la compleja realidad económica del país. Este sábado 24 de mayo de 2025, el valor de la MLC cayó a 260 pesos cubanos (CUP), un descenso que confirma una tendencia inestable, casi caprichosa, que ha caracterizado su evolución reciente.

Aunque el dólar estadounidense y el euro permanecen estables en 370 y 390 CUP, respectivamente, es el MLC el que actúa como un verdadero indicador del pulso económico nacional.

El término popular “cachumbambé”, utilizado por los cubanos para referirse a los balancines infantiles, se ha convertido en una metáfora precisa del comportamiento de esta moneda digital. “Su valor sube y baja sin lógica aparente, reflejando la volatilidad del sistema financiero informal y la fragilidad del respaldo institucional”, como han señalado expertos del Observatorio de Monedas y Finanzas de Cuba (OMFi).

Desde finales de febrero, cuando superaba los 280 CUP, el MLC ha seguido una trayectoria descendente, marcada por oscilaciones sin rumbo claro. El economista Pavel Vidal ha explicado que este fenómeno obedece a un aumento temporal de la oferta en el mercado negro, impulsado por mayores volúmenes de ventas informales. Según su análisis, el valor del MLC podría mantenerse en una franja estrecha entre 255 y 265 CUP, al menos durante lo que queda de mayo.

Más allá de los datos, la devaluación del MLC tiene efectos profundos sobre la vida de los ciudadanos. Esta moneda, utilizada como medio de pago en las tiendas estatales en divisas, se ha convertido en un factor determinante para el acceso a bienes básicos. “La fluctuación del MLC no solo encarece los productos, sino que añade un componente de incertidumbre emocional en la población”, afirman diversos analistas.

El contexto económico en Cuba está cada vez más definido por un modelo híbrido, donde la dolarización avanza mientras la economía oficial no logra ofrecer soluciones estructurales. El mercado informal, aunque ilegal, funciona como un sistema paralelo de ajuste, regulando de manera espontánea la oferta y la demanda de divisas. En este escenario, el MLC se convierte en un símbolo de contradicciones: una moneda virtual sin respaldo real, imprescindible para comprar alimentos, pero inestable y difícil de conseguir.

El vaivén del MLC es el reflejo de un país donde las reglas económicas han dejado de ser claras y donde cada subida o bajada genera tensiones inmediatas en los hogares. En medio de la inflación, el desabastecimiento y la pérdida de poder adquisitivo, los cubanos enfrentan un panorama en el que el valor de las divisas marca la frontera entre la sobrevivencia y la exclusión.




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