El fin de semana marcó un día especial para la familia de El Micha: su hijo menor, Dylan, cumplió 10 años. A diferencia de la reciente felicitación pública que el artista dedicó a su hija Amanda, esta vez no hubo mensaje en su feed de Instagram para el pequeño, un gesto que no pasó desapercibido entre sus seguidores.

Quien sí celebró fue Ana María Daniel, exesposa del cantante y madre de sus hijos, con una publicación que enterneció a muchos: “El príncipe de mamá está cumpliendo 10 años… eres un niño maravilloso con un corazón enorme. Feliz cumpleaños, Dylan. Te amamos”, escribió junto a fotos del cumpleañero.

En contraste, el timeline del reguetonero se mantuvo ocupado con promociones y, ya después del cumpleaños, una historia desde el interior de un auto en plena carretera rural, acompañada del mensaje: “Curando el alma.”

La diferencia de trato público hacia sus hijos reavivó en redes la controversia por la decisión del músico de mudarse a Cuba, dejando a los niños y a su madre en Miami. Para algunos, el silencio fue “una omisión dolorosa”; para otros, “la vida privada no se mide en posts”.

Entre el escrutinio y las defensas, el episodio vuelve a colocar a El Micha en el centro del debate sobre prioridades y paternidad en tiempos de redes sociales: cuando el cariño se publica, cuenta; cuando no, también.

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