El Buró Federal de Investigaciones (FBI) ha señalado a grupos de hackers asociados con el régimen de Corea del Norte como responsables de un robo masivo de criptomonedas, valorado en aproximadamente 1.500 millones de dólares. El ataque, que afectó a la plataforma de intercambio Bybit con sede en Dubái, se considera uno de los mayores fraudes en la historia de los activos digitales.

Según el FBI, los ciberdelincuentes utilizaron software malicioso camuflado en aplicaciones de comercio de criptomonedas para infiltrarse en los sistemas de Bybit. A partir de esta brecha de seguridad, lograron desviar una gran cantidad de ethereum a direcciones no rastreables en múltiples blockchains.

El organismo estadounidense ha identificado a los atacantes bajo los alias de "TraderTraitor" y "Grupo Lazarus", señalados en múltiples ocasiones como instrumentos del gobierno de Pyongyang para financiar operaciones clandestinas. “Estos actores han convertido parte de los fondos sustraídos en Bitcoin y otros activos digitales, con la intención de ocultar su rastro y eventualmente transformarlos en dinero fiduciario”, indicó la agencia.

En una alerta pública, el FBI reiteró su advertencia sobre la peligrosidad de estos ciberataques y pidió a las plataformas de intercambio y a los usuarios que refuercen sus medidas de seguridad. Asimismo, instó a las compañías del sector a colaborar en la detección y bloqueo de fondos vinculados a los hackers.

El gobierno de Corea del Norte no ha emitido declaraciones sobre el caso, y su representación ante Naciones Unidas en Ginebra no ha respondido a solicitudes de comentarios.

Distintos informes han señalado que el robo de criptomonedas se ha convertido en una fuente clave de financiamiento para Corea del Norte, país que enfrenta duras sanciones internacionales. La agencia de inteligencia de Corea del Sur estima que Pyongyang ha acumulado más de 1.200 millones de dólares en activos digitales robados en los últimos cinco años, mientras que un panel de la ONU ha documentado 58 ataques cibernéticos desde 2017, con un total de 3.000 millones de dólares desviados supuestamente para el desarrollo de armas de destrucción masiva.

El ataque a Bybit generó un impacto significativo en el mercado, provocando una caída en los precios de las principales criptomonedas. El Bitcoin, por ejemplo, perdió valor en los últimos días tras el hackeo, aunque continúa cotizándose por encima de los 80.000 dólares.

Ben Zhou, director ejecutivo de Bybit, confirmó la información proporcionada por el FBI y anunció medidas para rastrear los fondos robados. La empresa ha ofrecido una recompensa de 140 millones de dólares a quienes ayuden a identificar y congelar los activos comprometidos en otras plataformas.

El robo fue ejecutado a través de una vulnerabilidad en una billetera de almacenamiento en frío, utilizada para mantener los fondos fuera del alcance de ataques en línea. Según la firma de análisis blockchain Certik, este incidente representa “una de las mayores violaciones de seguridad en la historia del sector”.

Recomendado para ti