El día que la actriz Cristina Obin hizo soñar a un niño de barrio
Redacción de CubitaNOW ~ domingo 5 de octubre de 2025

La pregunta que cientos se hacen es por qué en la Televisión Cubana desapareció uno de los espacios más atractivos de la programación... ¡Las Aventuras!
Los Mambises, Enrique de Lagardere, los Bucaneros, los Papaloteros,entre otros muchos, hicieron vibrar a varias generaciones de cubanos y es la pregunta que hoy se hace Eduardo González, escritor y realizador santaclareño, quien se declara admirador eterno de la actriz Cristina Obín, protagonista de una de esas emblemáticas Aventuras, El Capitán Tormenta.
Eduardo refiere su recuerdo clro y vívido de "aquel día en que el actor Rogelio Blain me puso la mano sobre la cabeza. Fue rápido, casi un gesto al descuido, y no le presté mucha atención, principalmente por dos razones.
"La primera: yo era apenas un niño de siete u ocho años, uno más de esos muchachos de barrio que mirábamos hipnotizados a más de diez actores de pie sobre la cama de un camión en el reparto 31 de Santa Clara.
·Hacían una especie de gira nacional para que el pueblo los viera y pudiera preguntarles cosas, además de aplaudirlos. La televisión en esos tiempos era un fenómeno, y el programa Aventuras de las siete y media de la noche era la sensación. Las casas con televisor se llenaban como cines, y todos nos convertíamos en héroes: si era de espadas, empuñábamos espadas de madera; si era de tiroteos, inventábamos pistolas y ametralladoras; si eran arcos y flechas, éramos Robin Hood o Guillermo Tell.
"La segunda razón por la que casi no noté la mano de Blain fue que estaba embobado con la sonrisa y los ojos de Cristina Obin. Hablo de El Capitán Tormenta, de la actriz que era la fantasía de todo muchacho de barrio, no solo por su belleza, sino por el valor, la entereza y la virtud que irradiaba su personaje.
"Con presencia así, uno quería ser digno de mirarla, tocar su mano o recibir un beso, aunque fueran sueños imposibles. Esa influencia se quedó conmigo: queríamos ser valientes, leales y generosos, aprendiendo a través de la ficción de niños pobres que, a veces, los héroes inspiran ética y valores en la vida real.
"Con los años, mi pasión por el arte y el teatro se consolidó, y aquel instante con la mano de Blain se volvió un recuerdo sagrado, casi un bautizo simbólico. Aunque nunca besé al Capitán Tormenta, ni noté plenamente aquel toque en mi cabeza, revivir a Cristina Obin, a Tony Delgado, a Rogelio Blain en la memoria me asegura que tuve una infancia feliz. A ellos, a todos, estén donde estén, el agradecimiento eterno de un pueblo que los ama"
Y en efecto, además de lo dicho por Eduardo González y de la costosa producción que, sin dudas, acarrea un espacio como Aventuras, muchos continúan preguntándose el por qué desapareció del entorno de la TVC.