Cuba en alerta máxima: tres virus golpean al mismo tiempo y el régimen lo oculta
Redacción de CubitaNOW ~ sábado 4 de octubre de 2025

Cuba atraviesa una crisis sanitaria que ya no puede ignorarse: la cocirculación simultánea de dengue, chikungunya y virus Oropouche, conocida en la comunidad científica como “arbovirosis combinadas”.
Mientras el país se enfrenta a esta amenaza, las autoridades oficiales continúan minimizando el problema, hablando únicamente de dengue y dejando invisibles a los otros virus que golpean con fuerza a miles de cubanos.
Desde julio, Matanzas se ha convertido en el epicentro de contagios, y los casos se expanden hacia otras provincias del occidente y centro de la isla. Médicos cubanos alertan que reciben pacientes con fiebre alta, dolor muscular intenso y erupciones cutáneas, sin poder determinar con certeza si se trata de dengue, chikungunya o algo aún más peligroso, porque los laboratorios carecen de reactivos y pruebas básicas. La atención se hace “a ciegas”, como denuncia un profesional de salud bajo condición de anonimato.
La falta de diagnóstico adecuado y la escasez de medicamentos esenciales agravan la situación. Hospitales en Cárdenas y Colón no realizan leucogramas ni conteos de plaquetas, fundamentales para detectar dengue grave a tiempo.
Analgésicos, soluciones intravenosas e incluso antihistamínicos básicos brillan por su ausencia, y la fumigación contra mosquitos —el vector principal— funciona de manera intermitente por la falta de combustible, insecticidas y personal.
La ciencia internacional confirma lo que los médicos cubanos viven en primera persona. Estudios recientes muestran que las coinfecciones de dengue y chikungunya son frecuentes, que la interacción entre virus puede empeorar los síntomas, y que la falta de vigilancia multipatógeno retrasa la respuesta sanitaria, aumentando la severidad de la enfermedad.
En otros países, se ha demostrado que la coexistencia de varios arbovirus puede afectar a una misma persona y complicar el tratamiento clínico, una alerta que en Cuba sigue sin ser atendida.
Mientras el régimen mantiene su narrativa de brotes aislados, miles de cubanos sufren una epidemia silenciosa que crece día a día. Reconocer oficialmente la crisis de arbovirosis combinadas no es solo un asunto técnico: es la diferencia entre salvar vidas o condenar a la población a un riesgo que se podría controlar.
La falta de acción inmediata y de información veraz multiplica los contagios y convierte a los mosquitos en los verdaderos ganadores de esta batalla, dejando a la salud pública cubana al borde del colapso.
Si Cuba no cambia su enfoque, la combinación letal de virus continuará expandiéndose, invisible para muchos, pero devastadora para miles de familias que ya enfrentan una realidad que las autoridades parecen querer ocultar.