Las fuerzas armadas de Estados Unidos ejecutaron este jueves un nuevo ataque contra una embarcación presuntamente vinculada a cárteles del narcotráfico venezolano en aguas internacionales del Caribe, informaron fuentes oficiales a CNN y Reuters. Según confirmaron funcionarios estadounidenses, por primera vez en este tipo de operaciones hubo sobrevivientes entre los tripulantes.

El incidente marca el quinto ataque de este tipo autorizado por la administración del expresidente Donald Trump, dentro de una estrategia regional orientada a frenar el tráfico de drogas procedente de Venezuela y el Caribe. En las operaciones anteriores, realizadas en los últimos meses, murieron al menos 21 personas sin que se reportaran sobrevivientes.

De acuerdo con CNN, el bombardeo del jueves no fue anunciado públicamente por el Gobierno, a diferencia de los ataques previos. La información fue confirmada inicialmente por Reuters, que indicó que la acción se llevó a cabo en aguas internacionales, aunque no se especificó la ubicación exacta ni el número de ocupantes del barco.

Fuentes del Pentágono consultadas por NBC News señalaron que el objetivo formaba parte de una red de transporte marítimo asociada a un cártel venezolano que opera en la costa norte de Sudamérica. La Oficina del Secretario de Defensa y la Casa Blanca no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios.

El ataque ha generado preocupación en el Congreso estadounidense, donde algunos legisladores expresaron inquietud por la falta de transparencia sobre las operaciones militares en el Caribe. Según NBC News, la Casa Blanca ha brindado información limitada sobre los criterios utilizados para identificar los objetivos y las normas legales que respaldan los bombardeos.

En ese contexto, CNN reveló la existencia de un documento legal clasificado elaborado por el Gobierno de Trump que justifica los ataques letales contra una lista secreta de organizaciones narcotraficantes y presuntos operadores vinculados a ellas. El texto, según expertos consultados por la cadena, otorgaría al presidente la autoridad para designar a narcotraficantes como “combatientes enemigos”, permitiendo su eliminación sin un proceso judicial previo.

Esta política representa un cambio significativo respecto a los procedimientos tradicionales, donde los implicados en el tráfico de drogas eran considerados criminales y, por tanto, capturados por la Guardia Costera para enfrentar procesos judiciales. Ahora, bajo la justificación de la seguridad nacional, el Ejecutivo estadounidense puede emplear fuerza letal directa contra presuntos narcotraficantes fuera de su territorio.

El propio Donald Trump confirmó el miércoles que había autorizado a la CIA a tomar “medidas especiales” contra Venezuela, aunque no detalló si estas incluirían operaciones encubiertas para destituir al presidente Nicolás Maduro. El exmandatario también afirmó que el despliegue de fuerzas estadounidenses en el Caribe busca “proteger al hemisferio occidental de las amenazas del narcotráfico y la corrupción venezolana”.

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