El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos emitió nuevos memorandos que eliminan las restricciones impuestas en 2021 a los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Esta decisión, tomada tras la firma de varias órdenes ejecutivas por parte de Donald Trump, busca endurecer las políticas migratorias y facilitar la detención de inmigrantes indocumentados en cualquier lugar.

Uno de los memorandos anuló una directriz del exsecretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, que ampliaba las “zonas protegidas” donde los agentes de ICE no podían realizar operativos migratorios. Estas incluían escuelas, universidades, hospitales, lugares de culto, bancos de alimentos y refugios.

La política buscaba garantizar que las personas indocumentadas tuvieran acceso a servicios esenciales sin temor a ser arrestadas. Sin embargo, desde este 20 de enero de 2025 se eliminan esas zonas seguras y Trump solo pide a los oficiales que usen el sentido común para llevar a cabo la búsqueda y captura de migrantes indocumentados. Ahora todo queda en la interpretación subjetiva de cada escuadrón de ICE que patrulle las calles de EEUU buscando a personas no autorizadas a estar en territorio estadounidense.

Según el periodista de Fox News, Bill Melugim, agentes de ICE le expresaron sentirse más cómodos con las directrices de Trump. Ahora ellos podrán operar con mayor libertad, pues consideran que las zonas protegidas eran utilizadas por inmigrantes para evadir la detención. No obstante, defensores de derechos humanos advierten que esto podría generar más temor en las comunidades migrantes, afectando el acceso a servicios esenciales.

Al cierre de noviembre de 2024, un total de 42.084 ciudadanos cubanos en EEUU tenían órdenes finales de deportación firmadas por ICE.

Otro memorando de la nueva administración republicana aborda el uso de la herramienta parole humanitario empleada por el gobierno de Joe Biden para permitir la entrada de cientos de miles de migrantes. Según el DHS, este mecanismo ha sido utilizado de manera inconsistente con la ley, que exige que se aplique “caso por caso” y en situaciones extraordinarias.

La administración Trump ordenó revisar las políticas actuales de parole y eliminar aquellas que no cumplan con los estándares legales. Esta medida afecta directamente a programas que benefician a nacionales de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, así como a migrantes de Ucrania y Afganistán.

“Detendremos de inmediato toda entrada ilegal y devolveremos a millones de inmigrantes criminales a sus países de origen”, declaró Trump tras su juramentación como el presidente 47 de EEUU.

Además, Trump declaró una emergencia nacional en la frontera para blindarla de cruces irregulares. Con ese objetivo movilizará al ejército para cubrir los más de 3.000 kilómetros que separan a EEUU de México. Organizaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes han criticado estas medidas, señalando que aumentarán el miedo y la vulnerabilidad entre las comunidades. Además, aseguran que podría haber un incremento en las detenciones arbitrarias y en la separación de familias.

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