Documentos secretos de la cumbre Trump-Putin aparecen olvidados en un hotel de Alaska
Redacción de CubitaNOW ~ lunes 18 de agosto de 2025

Un insólito hallazgo en Anchorage, Alaska, encendió las alarmas políticas y diplomáticas en Estados Unidos. Tres huéspedes del Hotel "Captain Cook" encontraron en la impresora pública del establecimiento ocho páginas de documentos oficiales relacionados con la reciente cumbre entre Donald Trump y Vladímir Putin.
El encuentro de ambos mandatarios se celebró el 15 de agosto en la Base Conjunta Elmendorf-Richardson, pero el error en el manejo de papeles oficiales amenaza con convertirse en un nuevo bochorno para la Casa Blanca.
Los documentos, sellados por el Departamento de Estado y la Oficina de Protocolo de la Casa Blanca, no contenían información clasificada, pero sí datos sensibles: itinerarios de reuniones, números telefónicos de funcionarios estadounidenses y rusos, planos de asientos, e incluso el menú de un almuerzo protocolario que finalmente fue cancelado. También aparecía la referencia a un obsequio para Putin: una estatua del águila calva, símbolo nacional de Estados Unidos.
La reacción oficial fue inmediata, aunque poco convincente. Voceros de la administración restaron importancia al episodio y lo describieron como “un simple menú de almuerzo de varias páginas”.
Sin embargo, especialistas en seguridad nacional y congresistas opositores señalaron la gravedad del descuido. “No se deja nada en la impresora. Así de simple”, advirtió Jon Michaels, profesor de Derecho en UCLA. El congresista demócrata Darren Soto fue más directo en redes: “¿Cuántos titulares más vamos a leer sobre las incompetentes violaciones de seguridad del gobierno de Trump?”
El contenido de los papeles también reveló detalles llamativos. El protocolo incluyó una guía fonética para pronunciar correctamente los nombres rusos, incluyendo el de Putin: “Sr. Presidente POO-tihn”. Asimismo, la lista de asientos mostraba a Trump acompañado de figuras clave como Marco Rubio, Pete Hegseth y Susie Wiles, mientras que Putin estaría junto a su canciller Serguéi Lavrov y otros asesores.
Este episodio no surge en el vacío. En meses recientes, la administración Trump ya había enfrentado filtraciones y errores graves en el manejo de información sensible. Desde el polémico “Signalgate”, cuando un grupo de Signal con datos militares fue compartido accidentalmente con un periodista, hasta chats internos de ICE filtrados a civiles, los casos parecen configurar un patrón de negligencia.
Más allá de los menús o los planos de protocolo, la filtración de Alaska expone un problema más profundo: la falta de rigor en la seguridad institucional. En un contexto donde Trump asegura buscar un acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania, la imagen internacional de Estados Unidos queda empañada por descuidos que erosionan la confianza en sus procesos diplomáticos.