María Corina Machado ha emergido como una figura política destacada en Venezuela, capturando la mayoría del voto opositor y simbolizando el antichavismo. Comparada con Hugo Chávez en 1998, su popularidad y mensaje de cambio han resonado profundamente en la población venezolana. A pesar de que el gobierno de Nicolás Maduro la inhabilitó electoralmente por 15 años, Machado ha transferido su apoyo a Edmundo González Urrutia, un académico de 74 años que ahora lidera las encuestas.

El analista político Jesús Seguías observa que la oposición al gobierno ha sido mayoritaria en Venezuela, y Machado ha canalizado esta aspiración de cambio de manera efectiva. A pesar de su inhabilitación, su influencia sigue siendo significativa, con González Urrutia como el candidato principal gracias al respaldo de Machado.

El liderazgo de Machado ha trascendido los límites de la oposición tradicional, convirtiéndose en un símbolo de esperanza para muchos venezolanos. Su campaña genera una euforia palpable, atrayendo grandes multitudes a sus eventos. En Mérida, Machado declaró ante una multitud que el régimen de Maduro está derrotado y que las familias venezolanas se reunirán y reconstruirán el país.

Un focus group del Centro de Investigaciones Populares revela que la vida comunitaria ha renacido en las áreas más pobres de Venezuela debido a las dificultades económicas. A diferencia del pasado, los programas sociales del gobierno, como las cajas CLAP, son ahora impopulares y rechazados, aunque aún necesarios para muchos.

Diego Bautista Urbaneja, escritor y miembro de la Academia Venezolana de la Historia, describe a Machado como un fenómeno político. Señala que su popularidad es simbólica y su arraigo dependerá de los eventos futuros.

Mientras tanto, el gobierno de Maduro, con el apoyo de figuras como Jorge Rodríguez y Diosdado Cabello, continúa su campaña con una fuerte presencia multimedia. Las encuestas muestran que Maduro ha mejorado ligeramente su aceptación, pero González Urrutia sigue siendo el favorito.

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