Un intento de introducir drogas en Cuba utilizando objetos de uso cotidiano fue frustrado este sábado en el Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana, según informaron las autoridades aduaneras del país.

El caso fue revelado por Wiliam Pérez González, vice jefe primero de la Aduana General de la República, quien destacó el papel determinante del personal técnico encargado del escáner de Rayos X. Gracias a la cooperación entre la Aduana y el Órgano Antidrogas, se logró detectar el cargamento sospechoso antes de que ingresara al territorio nacional.

Las sustancias ilícitas estaban ocultas en el interior de una bomba de agua y una ducha eléctrica, según imágenes difundidas por la propia Aduana en la red social X (anteriormente Twitter). Los objetos, aparentemente inocuos, fueron manipulados con precisión para albergar los estupefacientes sin levantar sospechas durante los controles rutinarios.

Las autoridades no revelaron detalles sobre la identidad de los implicados ni el destino final de la droga, pero este caso se suma a una serie de intentos frustrados de introducir estupefacientes en el país utilizando métodos cada vez más sofisticados. La Aduana cubana ha alertado en múltiples ocasiones sobre el incremento de estos casos, especialmente a través de aeropuertos y envíos postales, donde los narcotraficantes utilizan desde electrodomésticos hasta piezas de automóviles para ocultar drogas.

“Este tipo de modus operandi evidencia el ingenio criminal y la necesidad de mantener una vigilancia constante y especializada en las fronteras”, expresó Pérez González.

Las autoridades reiteraron que los controles en los puntos de entrada al país se han reforzado y que el personal técnico cuenta con la capacitación y los recursos necesarios para detectar sustancias prohibidas, incluso cuando se ocultan en objetos comunes.

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