Un derrumbe ocurrido en la noche del día de ayer en la calle Agramonte #459, entre Millar y Agustín García, en el municipio Regla, dejó a una niña de 9 años atrapada bajo escombros.

Según información divulgada por LaTijera desde su perfil de Facebook, la menor sufrió lesiones leves en la cabeza, el ojo y la pierna.

Su madre resultó con heridas más graves en la columna, hombros, rodillas y pie. Entre los lesionados también figuran dos adultos mayores con antecedentes de cardiopatías isquémicas y otra persona que sufrió un infarto grave.

Ante esta emergencia, las respuestas del gobierno municipal resultaron insuficientes; las familias denunciaron que las soluciones ofrecidas eran "denigrantes", en forma de cuartos sin ventanas, sin electricidad, y repletos de escombros y basura.

Este caso pone en evidencia el profundo deterioro del parque habitacional cubano.

Datos recientes subrayan la dimensión del problema.

Al cierre de marzo de 2025, el déficit habitacional en el país ascendía a 805 583 viviendas, de las cuales 407 219 requieren ser construidas desde cero y 398 364 necesitan rehabilitación.

Adicionalmente, solo el 65 % de las viviendas cubanas están en buen estado técnico, mientras el 35 % restante se encuentra en condiciones regulares o malas.

La escasez de materiales de construcción como cemento y acero, junto con la paralización de más del 30 % de los centros productivos, ha provocado que el plan estatal de vivienda esté muy por debajo de las necesidades reales.

En 2024 solo se ejecutó alrededor del 39 % del plan anual de construcción de viviendas, lo que profundiza la precariedad estructural.

Asimismo, en La Habana más de 185 000 inmuebles están en mal estado, de los cuales casi 47 000 requieren reparaciones mayores y más de 83 000 necesitan arreglos parciales.

Los derrumbes, como el de Regla, no son casos aislados; reflejan un problema estructural que afecta a miles de familias en la isla.

Este derrumbe en Regla evidencia una tragedia evitada por poco: víctimas físicas y emocionales, y la fragilidad de un sistema habitacional que falla en garantizar condiciones mínimas de seguridad.

Es urgente contar con una respuesta integral: reconstrucción de viviendas, acceso a materiales, reformas administrativas y mejora de las condiciones de vida colectiva.

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