Hechos vandálicos, asesinatos, robos con violencia y hurto y sacrificio de ganado acontecen en zonas rurales de Cuba. El régimen comunista de La Habana informó que el robo y sacrificio de ganado se disparó un 145 % durante el 2022 con respecto al año anterior.

Los cubanos advierten hoy sobre una alarmante ola de delincuencia en campos y pueblos, mientras que las autoridades continúan sin tomar medidas contundentes al respecto.

El año pasado se registró el hurto de 82 445 cabezas de ganado, 43 315 reses y 37 130 caballos. Un directivo explicó a la prensa oficialista que los agentes de la policía no siempre disponen de los recursos para esclarecer los hechos e inculpar a posibles responsables, los cuales muchas veces incluso son conocidos entre la comunidad donde cometen los delitos, pero actúan con amenazas e intimidaciones.

Según un reporte este martes de Martí Noticias, el pasado viernes en la noche vandalizaron el sembrado que cultiva en tierras de usufructo el campesino Daniel Alfaro Frías, en San Antonio de los Baños, provincia de Artemisa.

“Tienes que esperar tres meses para que un campito de maíz te sirva y el bandido viene y en un solo día se lo lleva. La policía en Cuba está nada más que para apoyar a la Seguridad del Estado cuando hay una manifestación”, lamentó la víctima.

“Ha habido asaltos, la violencia se está empeorando, el robo de ganado, yo tengo un hermano que desgraciadamente es cochero y lo dejaron sin trabajo, le comieron el caballo la semana pasada”, denunció el periodista independiente Emilio Almaguer, desde Baracoa, en Guantánamo.

En las zonas rurales de Pinar del Río, muchas veces los campesinos ganaderos no se deciden a reportar el hecho porque luego ellos deben pagar una multa, mientras que el delincuente nunca aparece.

“Cerca de esta zona a un custodio lo amarraron, le dieron unos cuantos golpes y le llevaron 16 caballos que estaban bajo su cuidado, y el Estado realmente hace oídos sordos a lo que los campesinos están diciendo y esto va sin control loma abajo”, expuso el líder de la Liga de Campesinos Independientes de Cuba, Esteban Ajete Abascal.

“La policía como si no atendiera esos problemas”, dijo un cubano que visitó el poblado de San Juan y Martínez.

Sin embargo, no solo los campos sufren el incremento de delitos, pues los poblados también enfrentan dificultades. “Ya hay una ola de violencia grande contra el sector de la población, por la noche salir a la calle es peligroso en estos momentos en Cuba, la cantidad de hechos de violencia que se están cometiendo por un celular, hasta por 20 pesos”, dijo el periodista Guillermo del Sol, desde la ciudad de Santa Clara, en la provincia de Villa Clara.

“Las noches aquí los delincuentes andan acabando, robando las casas, rompen las rejas, entran, se roban todo y no pasa nada, la policía en las esquinitas velando al ciudadano que va caminando, que lleva algo, para ponerle una multica al pobre hombre que anda con un racimito de plátanos”, comentó un emprendedor villaclareño.

“Sancti Spíritus sigue con un desabastecimiento muy profundo y la delincuencia ha continuado con mucha más fuerza”, aseguró, por otro lado, el periodista Adriano Castañeda. Varios cubanos coinciden en atribuir la oleada delictiva a la profunda crisis que azota hoy al país, marcada por el rotundo desabastecimiento de productos básicos, alimentos, medicinas y combustible, además de una excedida inflación. 

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