La demanda de viajes a Cuba por parte de turistas estadounidenses ha caído casi completamente, luego del furor desatado por un corto periodo en que mejoraron las relaciones bilaterales entre ambos países.

A través de un reportaje, el sitio Travel Weekly ha accedido a las impresiones sobre el problema de varios turoperadores estadounidenses.

De forma general la caída es atribuida, “en gran medida a la confusión del público luego de múltiples cambios por parte de la administración Trump a las regulaciones que rigen los viajes a la isla”.

"Mi negocio se ha reducido significativamente desde la nueva administración, porque

Trump ha cambiado las reglas", explicó a ese medio, Janice Chieffo, asesora de Protravel International con sede en Laguna Beach, California.

Para

Stephen Scott, un asesor de Protravel con sede en Chicago, también ha visto una disminución en el interés de los clientes. “Todavía recibe solicitudes ocasionales, pero el interés es mucho menor que hace unos años”.

"Desde mi perspectiva, todo se reduce a confusión"…"Las personas no saben si pueden o no pueden ir. [Si deciden ir], no saben si se meterán en problemas más tarde, después de que se impongan nuevas sanciones", ha manifestado Scott.

Mathy

Wasserman, gerente de Flying Giraffe Travel, con sede en Los Ángeles, advirtió que la prohibición de cruceros "realmente destruyó la mayor parte del negocio para nosotros", a pesar de que Flying Giraffe en su mayoría reservó excursiones por tierra.

“La prohibición de cruceros influyó en la percepción del público sobre si podían visitar Cuba, lo que afectó las ventas. Ahora, es probable que la última prohibición de las aerolíneas que vuelan a cualquier parte de Cuba, excepto La

Habana, tenga un efecto similar”, admite.

Recomendado para ti