Lo que parecía un acto solemne terminó convertido en el hazmerreír de Venezuela y del mundo. Durante la conmemoración del llamado “Día de la Defensa”, un avión de la Fuerza Aérea chavista, que debía participar en la demostración militar, se quedó sin combustible y no pudo despegar.

La insólita escena mostró a un grupo de milicianos teniendo que empujar y remolcar la aeronave hasta el hangar, dejando en evidencia el deplorable estado de las fuerzas armadas bajo el Narcochavismo.

Lejos de inspirar respeto o confianza, el acto terminó siendo una caricatura del poderío militar que el régimen de Maduro intenta vender en cada desfile. Al mejor estilo de las puestas en escena castristas, el evento buscaba exaltar la “defensa de la patria” y la supuesta capacidad operativa de las FANB. Sin embargo, lo que quedó grabado fue el reflejo de un ejército convertido en chiste, incapaz de mantener en vuelo un simple avión durante una demostración protocolaria.

Para muchos venezolanos, la imagen resume el profundo deterioro que atraviesa la nación. Mientras el pueblo sufre apagones, escasez de alimentos y hospitales sin insumos, la cúpula militar gasta millones en propaganda y desfiles vacíos. Pero ni siquiera esa fachada logra sostenerse: el supuesto “poder aéreo” del chavismo tuvo que ser empujado a mano.

Usuarios en redes no tardaron en bautizar el incidente como “la demostración más sincera del Socialismo del Siglo XXI”. Algunos compararon la escena con un sketch cómico, mientras otros recordaron que detrás del ridículo está la tragedia de un país atrapado en la miseria y el autoritarismo.

El episodio también abre interrogantes sobre el verdadero estado del armamento en Venezuela. Si en un acto público y televisado no pueden garantizar el despegue de una aeronave, ¿qué capacidad real tendrían las fuerzas armadas en un escenario de defensa o conflicto?

La respuesta parece obvia: las FANB han sido desmanteladas por la corrupción, el narcotráfico y la politización, transformándose en un aparato más de represión interna que en un cuerpo de defensa nacional.

Así, lo que debía ser un día de orgullo militar terminó siendo otra prueba de que el Narcochavismo convirtió al ejército en un símbolo de ineficiencia y decadencia.

Del operfil de La Tijera

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