De un año a otro, el gobierno cubano cambió de parecer sobre un productor cubano que el pueblo reconoció como El Rey del Queso.

Tráfico ilegal de leche’, era el delito que le adjudicaban en agosto de 2020, a este cubano que se creó una fábrica de queso.

Como consecuencia, enfrentaba a la justicia, se le decomisaron 316 litros de leche y 353 libras de quesos, así como la maquinaria de la fábrica de productos lácteos. Y debía abonar pago retroactivo de 368639 pesos por concepto de robo de electricidad.

Ahora a toda plana el diario estatal El Artemiseño, reivindica al hombre y asegura que su sueño como productor “va a renacer”.

Luego de denigrarlo el año pasado, en este artículo se conoció que el hombre es nada más y nada menos que un científico cubano.

Raúl Abréu Gómez, Máster en Ciencias en Ingeniería en Procesos Biotecnológicos y trabajador durante diez años en el Polo Científico y que tras enfermar su padre, regresó a la finca natal y la sacó de la miseria:

“Eliminó el marabú. Sembró pastos y alimento animal de diversos tipos, capaces de garantizar sustento a las reses en época de bonanza o sequía. Construyó un establo. Fabricó un equipo de ordeño mecánico. Compró teteras y medicamentos. Se propuso elevar la cifra de reses, y logró incrementarla de 20 a 140. Decidió incluso dar valor agregado a la leche, con la elaboración de los mencionados quesos, una manera de solventar los necesarios gastos en el mejoramiento de las condiciones de la finca, aunque desde tiempos inmemoriales este producto ya se elaboraba allí”, precisa el reportaje.

Según la publicación por “equívocos lamentables”, la policía hizo un registro en su hogar y lo pusieron a enfrentar la ley, un año después el propio periódico admite que el hombre está a la espera de que le devuelvan los artículos decomisados.

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