Gerardo Hernández reaviva el “y tú más” en Navidad: apunta a la indigencia en EE. UU. y evita la crisis interna
Redacción de CubitaNOW ~ sábado 27 de diciembre de 2025
Un mensaje publicado en la red social X por Gerardo Hernández Nordelo, exagente de inteligencia y actual coordinador nacional de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), volvió a encender el debate sobre el tono y el contenido del discurso oficial cubano frente a la crisis que vive el país.
En su publicación, Hernández aseguró que mientras “cibermercenarios pagados por Estados Unidos” critican la realidad cubana, en ciudades estadounidenses —“país rico y sin bloqueo”— hay personas que pasan la Navidad durmiendo en las calles. El mensaje, acompañado de una imagen de personas sin hogar en Nueva York y de etiquetas políticas habituales, fue presentado como una reflexión navideña, pero para muchos usuarios resultó un ejemplo claro del recurso retórico conocido como “y tú más”.
Lejos de generar consenso, la publicación despertó críticas por lo que omite: la profunda crisis estructural que afecta hoy a Cuba. Escasez de alimentos y medicinas, apagones prolongados, inflación descontrolada, salarios que no cubren lo básico y un éxodo migratorio sin precedentes forman parte del día a día de millones de cubanos. Son problemas que no impactan a un sector específico, sino a prácticamente toda la población.
Durante estas Navidades, numerosas familias en la isla celebraron sin electricidad, con mesas vacías o dependiendo de remesas enviadas desde el exterior para cubrir necesidades esenciales. Ancianos hurgando en la basura, hospitales sin insumos básicos y jóvenes que ven la emigración como única salida contrastan con el mensaje de “dignidad” y “resistencia” que promueven las consignas oficiales.
A diferencia de Estados Unidos —cuyos problemas sociales son visibles, debatidos y documentados por una prensa libre y organizaciones civiles independientes—, en Cuba el discurso institucional tiende a atribuir todas las dificultades al embargo, sin asumir responsabilidades internas ni reconocer errores acumulados durante décadas de mala gestión.
Que este mensaje provenga de una figura perteneciente a la élite política, con acceso a privilegios inaccesibles para la mayoría, resulta especialmente irritante para muchos ciudadanos. Para ellos, la comparación selectiva no alivia la escasez ni resuelve los apagones. Cada vez con más fuerza, sectores de la sociedad reclaman algo distinto: reconocimiento honesto de los problemas internos, transparencia y soluciones reales que permitan recuperar la dignidad perdida.