Puede que sea por la fuerza de la costumbre o por la cautela ya solidificada, en gran medida, a golpe de cuantiosas multas, pero lo cierto es que una buena parte de los cubanos no salieron este martes a la calle sin nasobuscos o mascarillas, un día después de que el gobierno levantara la medida del uso obligatorio de la prenda.

Hace más de dos años que la pandemia del coronavirus llegó a la isla y no pasó mucho tiempo para que las autoridades impusieran al pueblo la obligatoriedad de cubrirse el rostro con mascarillas. En un país con unos niveles industriales paupérrimos, también exigieron a la población que creara las prendas en casa, a partir de recursos personales.

La Habana estableció multas de hasta 3000 pesos para quien se atreviera a descubrirse el rostro en el espacio público. Sin embargo, desde el lunes tales regulaciones quedaron eliminadas. Aun así, la idea de liberación parece no haber llegado a todos.

“Al fin sin mascarillas, pero no siempre ni en todas las situaciones. Les recomiendo ver adecuación de nuestros protocolos para esta etapa. Un pueblo informado es un pueblo protegido”, escribió en Twitter el gobernante designado Miguel Díaz-Canel.

Asimismo, las autoridades remarcaron en que el uso de las mascarillas es una “decisión personal”, por lo cual recomendaron llevarla en espacios donde se reúna mucha gente o no sea posible mantener el distanciamiento físico.

La prenda sigue siendo obligatoria en las consultas médicas o en zonas con restricción de controles de foco, informó la víspera el ministro de Salud Pública de Cuba, José Ángel Portal Miranda. “Es obligatorio el uso de mascarillas en las personas que presenten síntomas respiratorios. Es importante que las personas vulnerables continúen haciendo uso de la mascarilla como medida de protección, no solo ante la Covid-19”, apuntó.

Además, las autoridades advirtieron que la medida estará vigente según se comporte la situación epidemiológica del país y su efectividad se evaluará "periódicamente", además de estar sujeta a reajustes.

Algunos medios como la agencia de noticias española EFE, reportan que muchas personas salieron a la calle este martes con el rostro cubierto por nasobucos. “Movidos por la costumbre, olvido o protección, todavía se veían personas en la calle usando esta prenda que los ha acompañado desde marzo de 2020 cuanto el país notificó el primer positivo al SARS-Cov-2”, dice.

Por su lado, la revista independiente 14yMedio, indica que los jóvenes cubanos son quienes han acogido la noticia con mayor aceptación. Según un reporte de esa publicación, de cada diez personas, solo una o dos no llevaba puesto el nasobuco.

“Yo me lo he quitado porque quería sentir cómo es respirar con esa cosa después de tanto tiempo el aire en la cara”, dijo una joven de Centro Habana. “Una cosa curiosa es que la gente te mira como buscando aprobación para quitársela, y cuando te ven sin ella, entonces también se la quitan”, agregó.

De igual modo, la publicación apunta que los ancianos son quienes mayormente se ven usando la prensa e incluso llegan a calificar de “irresponsables” a aquellos que no lo hacen. El gobierno cubano ha promovido una imagen muy favorable en cuanto la situación epidemiológica en el país durante los últimos meses, con semanas seguidas sin reportar ningún deceso por coronavirus. En las últimas 24 horas, registró solo 29 casos adicionales y cero muertes.  

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