Dos de los sobrevivientes de la lancha impactada por una embarcación de las Tropas Guardafronteras de Cuba en Bahía Honda, Artemisa, a finales de octubre, llegaron hace poco a las costas de Estados Unidos y hablaron sobre el maltrato y la muerte de siete cubanos, entre ellos una niña de dos años.

Daniel Beovides y Kenny Duke, hablaron este jueves con Radio Televisión Martí, solo días a las costas de la Florida.

"Cuando el 'Griffin' (lancha de los Guardafronteras) de Cuba nos cae atrás, el lanchero de nosotros hace una maniobra. Delicadamente, hace una maniobra y se le va. Y acelera todos los motores, y la lancha se empieza a ir de lado", contó Beovides.

"Yo sí noté que empezó la alarma a sonar como bombillo y a pitar, porque se estaba yendo demasiado el ancho. Él bajó la velocidad, y como era su familia, y la lancha, paró. Y la lancha estaba frenada. Yo estaba ahí; el impacto fue por el lado en que yo estaba. A los 10 segundos vino el 'Griffin', nos dio un golpe por arriba (...) y todo el mundo cayó al agua... Una pila de muertos", narró.

Sin embargo, el régimen de La Habana dijo que un giro, junto al peso de las personas, los tanques de combustible y el movimiento de contrapeso, provocaron que la embarcación se virara. Además, que en el incidente no hubo acciones agresivas ni invasivas, , recordó la citada fuente.

"Los guardacostas nunca nos subieron a los barcos. Nosotros mismos, por nuestros propios medios, subimos pa'allá arriba. Ellos, en realidad, tiraron dos salvavidas para todas esas personas que estaban en el agua", dijo Duke.

"Cuando nosotros estábamos arriba del 'Griffin', nos esposaron con unas esposas plásticas. Hubo uno, debe ser un capitán, no me fijé mucho; este hombre empezó a hablar, que estaba bueno lo que nos pasó, que no nos hubiéramos metido en eso, que lo hubiéramos pensado antes de hacerlo", apuntó sobre el maltrato.

Con el impacto de la lancha guardafronteras resultó golpeado Yasbel Aspiri, otro de los sobrevivientes, y quien reside en Sagua la Grande, provincia de Villa Clara. "El mismo Yasbel tenía la cabeza rajá, por un lado, el ojo por el otro. Todavía le duele el pecho", contó Duke a Radio Televisión Martí.

"No puedes moverte de tu casa; tienes que estar así, trancado prácticamente, en la casa. Esta conversación, lo más seguro es que la estén escuchando", dijo Aspiri al citado medio. El cubano permanece bajo orden de "acuartelamiento" en su vivienda en Sagua la Grande.

Aspiri apuntó que a más de un mes de la tragedia todavía tiene el cuerpo adolorido por los golpes que recibió en el impacto.

Los tres sobrevivientes de Villa Clara fueron llevados a su provincia. Días después, Beovides y Duke regresaron a La Habana, donde fueron detenidos y llevados a Villa Marista, el cuartel general de la Seguridad del Estado, para que cambiaran su testimonio sobre lo sucedido, reseñó Radio Televisión Martí.

"Allí, ellos lo que querían era que nosotros cambiáramos el testimonio", dijo Duke. A lo que Beovides agregó que los agentes solo lograron que cambiaran el testimonio escrito, "pero el del video ese, nosotros no quisimos, ni atrás ni alante, y nos quedamos sin comer... en Villa Marista", afirmaron a la citada fuente.

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