Habitantes del poblado de Santa Lucía, en Cabaiguán, provincia de Sancti Spíritus, sorprendieron a un médico de su territorio regalándole una moto.

“El Doctor Miguel Alexander Concepción López ahora alivia sus viajes al hospital por la moto que le regalaron sus pacientes”, advierte una publicación de la periodista Elsa Ramos Ramírez.

El Día de la Medicina Latinoamericana fue de sonrisas y alegrías para quienes se gastaron casi dos años de desvelo combatiendo un epidemia mortal que aun azota al mundo.

También hubo lágrimas por los que perdieron la batalla, salvando otras vidas.

Entre las iniciativas, la de estos pobladores rurales, en Cuba, estuvo entre las más emotivas.

El Doctor Miguel Alexander Concepción López vive en un pueblito intrincado de la geografía cubana, por lo que le tocaron dos peleas, ayudar a sus vecinos en medio de la pandemia de coronavirus y viajar al hospital en la cabecera provincial, donde es cirujano.

“Veíamos la situación de Ale en su ir y venir al hospital porque él es cirujano en el Hospital Provincial Camilo Cienfuegos, tantas personas buscándolo hasta en su tiempo de ocio, hablamos en familia de la idea de gratificarlo, pero hablamos de unir a las personas, el que quisiera unirse, para comprarle una motorina”, cuenta Sandra Luciano, maestra y vecina de Santa Lucía.

 Sandra enfermó con toda su familia, y pasó 23 días viendo a su mamá luchar por su vida, a su lado estuvo el Doctor Miguel Alexander, que visitaba el hogar dos veces al día, pesar de sus otras responsabilidades.

La anciana madre de Sandra falleció, pero ella quedó tan agradecida con el médico, que ideó un plan junto a otros vecinos: “creamos un grupo en Facebook que llamamos: “Médico de Santa Lucía vive en la línea roja”, invité a muchos amigos, traté de unir muchas personas y luego ir al WhatsApp y allí decir lo que íbamos a hacer”.

Para su sorpresa, la maestra descubrió que el pueblo estaba lleno de agradecidos como ella y comenzó una recaudación para comprarle una motorina, al doctor y aliviar sus travesías.

“El llamado era a aportar lo que pudieran: desde veinte, 50 pesos para hacerle un regalo al médico”, explica alegando que la gente se volcó en serio y se dieron cuenta que podían llegar a más.

“Cuando llegamos a los 180 mil, Reinier, el hermano del médico, me comenta que estaba emocionado con lo que había oído y quería entrar al grupo y que él su papa y su mamá pondrían el dinero que faltara para comprar un motor”, explica.

Al final lograron recaudar 256 mil 240 pesos, todo en secreto y sin que el doctor supiera nada, solo su familia, crearon la sorpresa.

Las fotos del momento muestran a Miguel Alexander, un tanto tímido ante la muestra de cariño de sus vecinos: “Más allá de lo material lo que más satisfacción me dio, fue ver a tantas personas que fueron allí, prácticamente solos, por ellos mismos, cuadraron el horario, esperaron, incluso algunos llevaban rato esperando...es muy grande”, reveló el cubano a la reportera local.

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