Los cubanos consideran “alarmante” los niveles de criminalidad hoy en el país y, desde distintas provincias, coinciden en relacionar el aumento de robos, asaltos y hechos violentos con la asfixiante crisis actual.

“Son varias las causas que han provocado el aumento de la delincuencia y de la criminalidad, la pérdida de los valores humanos y sociales: la inflación desmedida, las pocas oportunidades de trabajo, el incremento de la pobreza”, dijo a Martí Noticias este lunes un residente en Cienfuegos.

“Esos males han sido causados por una ideología fracasada, la cual, también, ha llegado a provocar la fragmentación de la familia”, agregó, mientras que un emprendedor de la ciudad de Santa Clara, en la provincia de Villa Clara, dijo que la violencia está fuera de control en esa urbe del centro de la isla.

“Por lo menos en Villa Clara, desde macheteados, otros por asaltos que también son apuñaleados, golpeados y demás, se han dado más de una decena de casos en los últimos 15 días”, aseguró.

También recordó el asesinato de un custodio de la escuela primaria de reparto santaclareño de José Martí, el cual trascendió en varios medios. “La violencia ha tomado extremos que, te digo, sobrepasan cualquier entendimiento para un cubano, porque aquí, hasta el año 2018, esta situación no existía, y esto es alarmante ya”, señaló el activista Guillermo del Sol, desde la misma ciudad.

“Los más vulnerables en todas estas cuestiones son las mujeres y los ancianos. Entonces, estamos viendo que el Estado, como tal, hace poco o nada por frenar esto”, sostuvo. En La Habana, el periodista Vladimir Turró subrayó que los altos niveles de violencia no tienen la respuesta de las autoridades ni se reflejan en los medios oficiales.

“En La Habana se han intensificado el tema de los robos a mano armada, quitando motos, teléfonos, los asesinatos, generado precisamente por la crisis que está atravesando el país”, expuso.

Por su parte, Teresa Miranda Céspedes, residente y activista en la comunidad de Mayarí, en la provincia de Holguín, mencionó la pérdida de “valores” en la sociedad. “La gente introduce hasta ganchos por las ventanas de las casas para robarse lo que encuentren y mientras haya esta escasez en Cuba de tantas cosas, seguiremos devorándonos unos a otros porque en realidad no hay amor entre las personas. ¡Que Dios tenga piedad de nosotros!”, expresó.

“La delincuencia se ha corrido hacia los campos cubanos y hoy el campesino no cuenta con ningún tipo de seguridad. Los hechos delictivos que más se dan en el campo es el hurto y sacrificio de ganado mayor”, dijo el campesino Esteban Ajete Abascal.

“Les pido de favor a los directivos de la provincia de Guantánamo, municipio Guantánamo, directivos del país y a todas(os) aquellas personas que puedan colaborar (sin política) que nos ayuden”, dijo el pasado martes una cubana que denunció el aumento de la violencia en ese territorio del oriente cubano.

A mediados de febrero, la prensa oficialista informaba de una pandilla de adolescentes y jóvenes que atacó e intimidó con armas blancas y lanzamientos de piedras a estudiantes menores de edad, en la comunidad del Guaso, al sur de la ciudad de Guantánamo.

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