Cubano recuerda su infancia para apoyar a Amelia: Las madres cubanas no se merecen la vida que han llevado

Redacción de CubitaNOW ~ domingo 12 de junio de 2022

Article feature image

Un cubano ha salido en defensa de Amelia Calzadilla, la joven que la pasada semana explotó contra las autoridades en un video en sus redes sociales.

Las palabras de Amelia, en un material de apenas ocho minutos, le han dado la vuelta al mundo. Cientos de cubanos han salido en su defensa y han contado sus historias personales para apoyar sus reclamos.

Danilo Martínez Rojas, un joven de 31 años, ha rememorado un recuerdo de su infancia en el que su madre tuvo que elegir entre darle un gusto o alimentarlo.

"Yo era un niño, en Camagüey, no recuerdo que edad tendría, serían finales de los noventa o principios de los dos mil, pero sí recuerdo el hecho como si fuera hoy y sé que lo voy a recordar hasta el día que me muera", comenzó su escrito.

"Recuerdo que alguien pasó por la calle vendiendo manzanas, yo nunca las había probado, costaban 15 pesos en aquel momento. Niño al fin fui corriendo hasta la casa a pedirle a mi mamá que me comprara una de aquellas manzanas. Yo no era ignorante de la situación que vivíamos en aquel momento, muy parecida a la actual (realmente en Cuba las cosas no cambian mucho aunque pasen los años) pero era un niño y hay cosas que los niños no ven, no entienden completamente, por suerte. En fin que mi mamá, con mucho dolor como cualquier madre que TIENE que negarle a su hijo algo, me dijo que no podía comprarme la manzana porque solo le quedaban 15 pesos".

Martínez Rojas recuerda en sus post las carencias de aquella época. "Eran los tiempos de las cocinas picker, así les decíamos en Camagüey a aquellas cocinas de luz brillante que había que calentar con alcohol para cocinar y que llenaban el techo de humo. Al poco rato pasó por la misma calle un hombre vendiendo alcohol, el mismo alcohol que mi mamá utilizaba para precalentar la cocina y que ya se le había acabado. Quince pesos costaba la botella y mi mamá utilizó los quince que le quedaban para comprarla, para poder cocinar, para poder darme de comer a mi y a mi hermano".

El joven no olvida la cara que puso su madre al darse cuenta que el alcohol era adulterado, "lo bautizaron como decimos los cubanos y no encendía. Esa es una de las pocas veces en que he visto a mi madre llorar, mientras me decía tenía que haberte comprado la manzana cojone”.

"Tener que escoger entre la necesidad y darle un gusto a un hijo es una realidad que la inmensa mayoría de las madres cubanas han tenido que vivir cotidianamente por décadas en este país. Mi madre tiene 63 años, nació el 9 de febrero de 1959. Toda su vida ha tenido que sufrir, que luchar, trabajando como maestra, cociendo para la calle gastándose la vista y la vida para criar a sus hijos, fue Internacionalista en Venezuela, nunca se ha robado un peso, todo lo poco que tiene lo ha tenido que sudar!!!! Y hoy, cuando debería estar descansando, disfrutando de la vida, su realidad no ha cambiado, sigue luchando, sigue cociendo, me sigue diciendo ten cuidado, no te metas en problemas, yo te entiendo como piensas pero cuídate”

"Las madres cubanas no se merecen la vida que han llevado... Hoy todos conocemos a Amelia y su valentía y su dolor gracias al internet. En los noventa no teníamos internet, ni en los ochentas, etc pero la realidad siempre ha sido la misma. Amelia hoy es todas las madres cubanas del pasado y el presente y si seguimos callados, si seguimos aguantando como ovejas, el futuro estará lleno de Amelias y de hijos avergonzados", agregó.


Recomendado para ti

Tambien te puede interesar