Una joven cubana que llegó a Estados Unidos tras pagar una aplicación de parole humanitario falsa, enfrenta ahora la deportación.

Se trata de Naya Cruz Fonseca, quien ingresó a territorio estadounidense en días recientes con un parole humanitario falso que fue detectado de inmediato por los oficiales de Aduana y Protección Fronteriza (CBP) de esta nación.

A sus veinte años, Cruz Fonseca entró al país por el aeropuerto de Tampa y ahora teme ser deportada, solo espera que un proceso de asilo iniciado por sus nuevos representantes legales evite la devolución.

Su pareja, el cubano Marcos Pérez, explicó que inició el proceso del parole en enero pasado y después de mucho tiempo sin respuesta decidió aceptar los servicios de una supuesta abogada que le prometió acelerar la aplicación presentada ante el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés).

La persona cobró una gran suma de dinero y, además, envió a la pareja un correo electrónico haciéndose pasar por USCIS y anunciando que su permiso de vuelo estaba aprobado.

“Caímos en una estafa con una supuesta abogada que decía que podía agilizar el proceso, contactamos con ella, y le pagamos un dineral”, denunció Pérez.

La joven refiere que ella revisó en su aplicación en línea y en la página de USCIS no se mostraba un cambio de status, pero ella compró su boleto para viajar a Tampa y con el permiso de viaje falso que recibió en forma de PDF a su correo pudo viajar.

Al pisar suelo norteamericano y ser inspeccionada, los agentes descubrieron el fraude.

“Al revisar mis documentos vieron que mi número no aparecía en el sistema y entonces me dijeron que el parole era falso”, señaló la joven.

“Tenemos la evidencia de que ella fue víctima del fraude y estamos avanzando en el objetivo de ganarle el asilo”, apuntó su abogado Ismael Labrador.

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