La desesperación de una cubana la llevó a escribir una carta dirigida a Miguel Díaz-Canel.

Juana Deisi Osoria Massó residente del municipio de Songo la Maya, en Santiago de Cuba, tiene un caso complejo y difícil, cuida de su hermana completamente discapacitada y tiene un hijo preso y su casa prácticamente destruida.

El medio independiente CubaNet, conversó con ella:

 “Mi hermana ya tiene 48 años y no camina, no habla, tiene poca visión y, por ende, depende totalmente de mí y de mi hijo, quien desde hace 3 meses está preso sin haber hecho nada” expresó.

Una pensión de 280 pesos un módulo de 12 jabones de lavar, cada seis meses, y una dieta de pollo cada tres, no son suficientes para el cuidado de una persona en el estado de su hermana y su

único apoyo, su hijo está recluido por “desobediencia”.

La preocupación de esta madre no tiene fin, ya perdió otro hijo en la prisión de Santiago conocida como Boniato.

En esta ocasión el otro que está preso cumple sentencia, según ella por un delito fabricado por el Jefe de Sector del poblado donde residen.

“Este señor está envuelto en actividades ilícitas y él lo habría acusado varias veces en público e incluso en una denuncia formal que presentó ante Ciudadanía, en la que detalla, además, el hostigamiento que sufría por parte de este señor”, explica CubaNet.

Este mismo mes, la cubana envió una misiva a Miguel Díaz Canel-Bermúdez:

“Yo sinceramente espero que me ayuden. No tengo marido, no tengo padres, estoy al punto de volverme loca. Soy una madre desesperada al punto de atreverme a mandarle esta carta para ver si mi problema tiene solución”, manifiesta.