Positiva a coronavirus y con una difícil situación en su casa, donde vive con dos ancianos enfermos y una niña de 7 años, esta cubana fue obligada, a regresar a su trabajo, o a presentar su renuncia.

A través del espacio Acuse de Recibo de JR, llegó el reclamo de Ariagnys Rodríguez Véliz (Calle 19, No. 2202, entre 22 y 24, Los Palacios, Pinar del Río), trabajadora del policlínico Elena Fernández Palacios, de su localidad.

La cubana explicó en esa sección que siendo positiva a la COVID-19, con seis días de confirmación, le informaron que tenía que reincorporarse porque, según le comunicaron, hay una orden de que a los siete días los trabajadores de Salud Pública tienen que comenzar a trabajar; si no lo hacen no les pagan el mes y les aplican una sanción.

Rodríguez Véliz que se contagió trabajando, haciendo pruebas de PCR, cuenta que pidió una licencia al 60 por ciento, como muchas madres de este país, porque tiene una niña de siete años que se la cuidaba su mamá, de 73 años. Pero esta ya no está en condiciones de hacerlo, pues está operada de carcinoma de endometrio, con tratamiento oncológico, y padece de una bronquiectasia e hipertensión arterial. Además, su mamá vive con su papá, de 73 años, quien tiene insuficiencia renal, hipertensión arterial, problemas prostáticos con sondas permanentes y artritis reumatoidea. Y para colmo dio positivo a la COVID-19 también.

Ante su solicitud la respuesta fue que” hay una orden que no permite dar licencias”.

“Mi pregunta es si después de 15 años trabajados tengo que pedir mi baja teniendo esta situación personal: una niña de siete años que está a mi cuidado nada más, y que nadie valore mi caso”, reclama la cubana.

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