El portal oficialista Cubadebate consideró una “campaña perversa” el reclamo de madres cubanas en redes sociales, donde denunciaron las vicisitudes en el país y la falta de respuesta efectiva por parte del gobierno comunista.

Varias de las declaraciones se produjeron después de una directa viral de la cubana Amelia Calzadilla, quien tiene tres hijos pequeños. Sus palabras compartieron el sentimiento de frustración de muchas familias en el país.

Sin embargo, Cubadebate cree que el propósito de tales expresiones de descontento es “desatar otro estallido social”, en referencia a los sucesos del 11 de julio pasado, cuando miles de cubanos salieron a las calles a protestar contra el régimen.

“Una campaña perversa está en marcha en las redes para desatar otro estallido social en Cuba, usando para ello las necesidades reales y el duro contexto que ha dejado la pandemia en la economía a nivel global y, por supuesto, a nivel nacional, en nuestro caso multiplicado por el bloqueo y sus 243 medidas. El nuevo objetivo son las madres cubanas”, dice un resumen de la sección "Chapeando".

De acuerdo a la plataforma propagandística, “no han cesado los intentos de capitalizar el lógico descontento que producen, en el caso cubano, los apagones y la situación con los abastecimientos”.

Si bien reconoce que “no hay mentiras en las quejas que aparecen en las redes”, señala que las publicaciones sirven para incitar “a la rebelión, a la protesta, al estallido, que se aprovecha del sentimiento lógico de incomodidad ante las carencias, para hacer descalificaciones y montar matrices que llevan meses intentando imponer en el complejo escenario que vive Cuba”.

Cubadebate vincula los sucesos actuales con un memorando de Lester Mallory, subsecretario de Estado norteamericano en 1961, que habla de la necesidad de atacar al régimen castrista “en la economía, privarla de acceso a recursos y llevar a la población a culpar al Gobierno para provocar su colapso”.

“Ahora es el turno de las madres cubanas. Mientras aprietan y abogan por más medidas de restricciones y bloqueo, las plataformas anticubanas en redes incitan a la rebelión, a la protesta y a la violencia. El estallido del país desde dentro es el objetivo y no se esconden para decirlo”, asegura.

La referida sección es conducida por la vocera Arleen Rodríguez, también conductora de la Mesa Redonda, que ha sido vista disfrutando de privilegios dentro del círculo más reducido del poder en la isla. El espacio fue el que acusó al periodista Mario J. Pentón a finales de mayo de hacer “terrorismo”, luego de que este informara de una presunta amenaza de bomba en el Hotel Tulipán, de La Habana.

También la vocera ha justificado los actos de repudio, asegurando que es resultado de que “la gente tiene derecho a defender la revolución”. “A veces somos demasiado nobles en nuestra percepción de las cosas y se nos puede olvidar a cuantos de nosotros nos han literalmente linchado en las redes sociales por levantar la voz en defensa de la revolución”, aseveró.

En la misma sección de Cubadebate, había defendido las frivolidades de Lis Cuesta en Twitter, planteando que la esposa del gobernante cubano empleaba la ironía en sus publicaciones y que además se trataba de una cuenta personal, por lo que no debía responder a ciertos estándares de comunicación.

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