La Empresa de Gas Licuado de Cuba ha anunciado la interrupción temporal en la distribución del producto debido a un déficit en el suministro, lo que ha dejado a miles de familias sin acceso a este recurso esencial para la cocción de alimentos. Según el comunicado oficial, la disponibilidad del gas dependerá de la próxima importación, sin una fecha exacta para su restablecimiento.

Este nuevo golpe a la población se suma a la reciente suspensión de la producción de pan en varias provincias del país por falta de harina, un hecho que ha causado gran indignación. La Empresa Provincial de Alimentos en Matanzas, por ejemplo, reconoció en redes sociales que no contaba con los insumos necesarios para mantener la elaboración del pan normado, lo que refleja la profunda crisis económica que atraviesa la isla.

La escasez de productos básicos se ha vuelto una constante en la vida cotidiana de los cubanos. La falta de harina y gas licuado no son casos aislados, sino síntomas de un problema mayor: la incapacidad del régimen para garantizar bienes esenciales a la población. A pesar de los intentos de las autoridades por culpar a factores externos, la crisis es el resultado de una economía disfuncional que depende en gran medida de importaciones y subsidios externos cada vez más inciertos.

Recomendado para ti