Cuba, Nicaragua, Venezuela y Guatemala son los países de América Latina donde se observan graves violaciones a los derechos humanos y ataques a la institucionalidad democrática, informó este jueves la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) al presentar su Informe Anual 2021.

En su análisis sobre Cuba, la CIDH "advierte con gran preocupación que, a la luz de la información recabada en 2021, no observa una mejoría en aspectos estructurales así como las vulneraciones a los derechos a la libertad e integridad personal, restricciones arbitrarias al derecho de sufragio y de participación en el Gobierno, a la libertad de expresión y de difusión del pensamiento".

En Cuba "prevalecen las violaciones a las garantías al debido proceso, limitaciones indebidas al derecho de tránsito, entre otras".

La CIDH lamenta la limitada información oficial disponible y el histórico distanciamiento del Estado ante este órgano regional de derechos humanos, aunque reitera su interés de realizar su primera visita a Cuba, a modo de iniciar el acercamiento y el diálogo respetuoso con el Estado cubano.

Según el informe, a raíz de las protestas del 11 y 12 de julio de 2021 se agudizó la represión a la disidencia.

En Cuba existe "una sistemática represión por parte de agentes estatales y grupos afines al oficialismo, que buscarían impedir las protestas o reunión es pacíficas organizadas por defensores de derechos humanos, activistas y opositores del gobierno para reclamar por violaciones a los derechos humanos y/o asuntos políticos o sociales".

"En este sentido, la Comisión entiende que la discrepancia ideológica sigue siendo el principal motivo para reprimir y judicializar expresiones artísticas e ideológicas de diversa naturaleza que tienen como fin la protesta", detalló.

El CIDH lamenta que la respuesta del régimen de La Habana a las protestas del 11J fuera "patrones sistemáticos de violaciones a derechos humanos como el uso de la fuerza y campañas de intimidación y estigmatización; detenciones arbitrarias, malos tratos y condiciones deplorables de detención; criminalización de manifestantes, persecución judicial y violaciones al debido proceso; y cierre de espacios democráticos a través de estrategias represivas e intimidatorias dirigidas a desalentar nuevas manifestaciones sociales".

En su informe, el CIDH hace 38 recomendaciones al Gobierno de Cuba sobre el derecho de sufragio y de participación en el gobierno; la democracia representativa y los derechos políticos; la independencia del Poder Judicial y garantías del debido proceso; la libertad de expresión; los defensores de derechos humanos; las personas LGBTI; las mujeres; las personas afrodescendientes; las personas privadas de libertad y los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales.

Entre las recomendaciones están "adoptar de forma inmediata, urgente y con la debida diligencia todas las medidas que sean adecuadas para proteger los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales de la población sin ninguna discriminación, con especial atención de las poblaciones vulnerables como personas con Covid-19; personas mayores, personas con discapacidad; personas con preexistencias médicas; niños, niñas y adolescentes; personas en condición de movilidad humana; cuidadores y cuidadoras; así como de quienes se encuentran en espacios controlados o supervisados por el Estado, tales como centros de reclusión, centros de aislamiento, entre otros.

El CIDH pide al régimen de La Habana "liberar a todas las personas detenidas por razones políticas o de conciencia, incluidos activistas, artistas, y periodistas procesados por razón de su oficio o activismo".

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