La crisis energética en Cuba se ha intensificado en los últimos días, con apagones prolongados y un déficit de generación eléctrica que supera los 1.600 megavatios (MW).

Según el informe oficial de la Unión Eléctrica (UNE) de este viernes 4 de abril, el jueves el servicio eléctrico estuvo afectado durante las 24 horas. La mayor afectación registrada fue de mil 619 MW a las 8:00 p.m., coincidiendo con la hora pico y superando las previsiones debido a una demanda mayor de lo esperada.

A las 7:00 a.m. de hoy, la disponibilidad del Sistema Electroenergético Nacional (SEN) era de mil 840 MW, mientras que la demanda alcanzaba los 2 mil 750 MW, lo que generó un déficit de mil 002 MW. Para el mediodía, se estimaba una afectación de mil 100 MW.

Entre los factores que han provocado esta crisis se encuentran la avería de dos unidades de las termoeléctricas de Nuevitas y Felton, así como los mantenimientos programados en otras cinco unidades generadoras de las CTE Santa Cruz, Cienfuegos y Renté.

Adicionalmente, la falta de combustible ha dejado fuera de servicio a 69 centrales de generación distribuida, lo que ha afectado una capacidad de 501 MW. A esto se suman otros 139 MW indisponibles debido a la escasez de lubricantes.

Para la noche, se prevé una demanda de 3 mil 450 MW y una disponibilidad de solo mil 840 MW, lo que implicaría un déficit de mil 610 MW y una afectación estimada de mil 680 MW.

Los apagones recurrentes han generado un profundo malestar en la población, afectando el desarrollo de actividades cotidianas. La UNE ha implementado programas de apagones rotativos en ciudades como La Habana, pero estas medidas no han sido suficientes para mitigar la crisis.

A pesar de la reciente incorporación de ocho parques solares fotovoltaicos, que produjeron 934 MWh el jueves, la dependencia de fuentes de energía no renovables y la falta de inversión en infraestructura energética siguen perpetuando la crisis.

La actual situación pone en evidencia la urgencia de reformas estructurales en el sector energético cubano. Es imperativo incrementar las inversiones en infraestructura y promover fuentes de energía sostenibles para garantizar un suministro eléctrico confiable y mitigar los efectos de la crisis en la población.

Recomendado para ti